Lengua de Aragón

Lengua de Aragón en España

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Lengua de Aragón en Relación a Cultura

En este contexto, a efectos históricos puede ser de interés lo siguiente: [1] Determinación histórico-geográfica. El dominio lingüístico del dialecto aragonés, derivado del latín con influencias del castellano, se restringe actualmente a algunas hablas de los valles pirenaicos de Huesca, si bien rasgos dialectales persisten en el resto de la región, en las cuencas altas y media del Ebro, y de los ríos levantinos Mijares y Segura. La situación geográfica, entre el castellano y el catalán, ha determinado el freno de su expansión.
La extensión del catalán, más allá de sus demarcaciones políticas (comarcas de Ribagorga, Llitera, Baix Cinca y Matarranya) se explica como consecuencia del enfrentamiento entre una lengua vehículo de cultura y una forma dialectal, favorable siempre a la primera; la presión del castellano, por otro lado, que arranca de su papel preponderante en la Reconquista y se hace definitiva al convertirse en lengua universal, relega en la actualidad el aragonés a habla rural, a la vez que provoca la regresión de la frontera lingüística del catalán, pues hace tres siglos éste llegaba hasta Monzón y Albalate de Cinca, poblaciones, hoy, de habla castellana.
Frontera con el catalán. Por el sector oriental, el límite catalonoaragonés es indeciso al norte de Benabarre (territorios liberados de los árabes desde el s. xi) debido a la fuerza de los dialectos de la época prerromana (vascos, ceretanos, ilergetes, ribagorzanos, pallareses). El Alto A., dado que la frontera de la Hispania romana se fijó en el Ésera, estuvo abierto a la influencia vasca, reflejada en rastros fonéticos como la diptongación de la ó y é tónicas breves. Sin embargo, al S de Benabarre el límite lingüístico es bien definido: se corresponde con la expansión de la Reconquista por las riberas del Esera y del Cinca. Según Aragón Griera, «con la conquista de los pueblos de la Litera hasta Peralta y Tamarite por parte de los condes de Barcelona y Urgell, y más tarde con la conquista de Lérida (1149), Fraga, Torretne, Mequinenza, Velilla y Zaidín por Berenguer IV, y la conquista de Monzón y los otros pueblos de la ribera del Cinca, por Pedro IV de Aragón, tenemos explicado el origen histórico de la frontera lingüística de hoy» (La frontera catalanoaragonesa, Barcelona 1914, 30).
El establecimiento de la frontera del aragonés con el valenciano en Castellón ha sido estudiado por M. Sanehis Guarner en El habla de Aguaviva de Aragón, «Rev. de Filología Española» XXXIII, 15-65. En ese territorio, el aragonés fue impuesto desde principios de la Reconquista (ca. 1240) y se mantuvo gracias a la influencia del obispado de Segorbe. (Para el trazado de la frontera lingüística v. M. Alvar, El dialecto aragonés, Madrid 1953, 144.)
Límite con el castellano y el vasco. En cuanto a la influencia castellanizante, cabe citar la recibida como consecuencia de la orientación de la Península hacia Toledo durante el periodo visigótico, época en la que se produce un cierto proceso de igualación entre los dialectos hispánicos; el aragonés experimenta la palatalización de la 1- inicial (Iloza, cazo). En la etapa de la corte en Asturias, el influjo del castellano es sensible únicamente en el Bajo A., debido al aislamiento del Alto, por motivos políticos, zona que se abre a otras influencias, como la proveniente de Gascuña (allí -11 > -t) que provocará la palatalización de la -11- intervocálica hasta su dentalización (cfr. W. D. Elcock, De quelques affinités phonétiques entre l’aragonais et le béamais, París 1938). El empuje del castellano será progresivo y especialmente acusado a partir del s. XIII, y es a últimos del s. xv y principios del xvi cuando se precipitará el proceso castellanizador (cfr. B. Pottier, L’évolution de la langue aragonaise á la fin du Moyen rige, Bulletin Hispanique LIV).
En la Rioja, zona de transición, se aprecian ciertos rasgos arcaicos, propios del aragonés frente al castellano, especialmente en la Rioja Baja que históricamente ha gravitado hacia el sector aragonés (la diócesis de Calahorra, sufragánea de Zaragoza hasta 1574, y Alfaro, perteneciente al obispado de Tarazona). Por ello, la 11- inicial todavía se atestigua en Alfaro en 1272, mientras que en la Rioja Alta había pasado a j desde la segunda mitad del s. xl.
Navarra marca la frontera por el sector occidental debido a la fuerza del vasco; ello se aprecia en el mantenimiento o pérdida de la f inicial, pues el aragonés, según Alvar, no ha sufrido el proceso prerromano f->h-.
Frontera con el francés. La divisoria de los Pirineos enmarca el aragonés por el norte, si bien han existido factores unitivos desde el punto de vista lingüístico, a ambos lados de la cordillera: el sustrato ibérico, y las relaciones humanas, sea por la afluencia de francos a la península para repoblación durante la Reconquista, sea por la dependencia política de los reyes aragoneses respecto al Mediodía de Francia, o también por el contacto humano debido a la transhumancia. En cuanto a la base ibérica, es perceptible en topónimos hasta el río Noguera Pallaresa, como la desinencia -berra (nuevo) en Xavierre y Echeberri, y se refleja en rasgos fonéticos y morfológicos como la tendencia a añadir ar- o er- a los vocablos con r- inicial (arreguir, reír); este sustrato determinó en el Alto Aragón una mayor resistencia al latín (cfr. Aragón Kuhn, El aragonés, idioma pirenaico, Madrid 1950). La afluencia de francos en la repoblación aragonesa, especialmente en el s. XII, se refleja sobre todo en la toponimia (Lemoges, Mez) y la onomástica: en las formas transpirenaicas de los nombres personales; en apellidos propios del sur de Francia (en los Establimentz, leyes municipales de Jaca, aparecen como apellidos Tolosa y Bañeras de Bigorra), y en la formación específica de apellidos que se propagó, y que consistía en añadir al nombre personal el topónimo de origen, antepuesto por de, ya que ese dato caracterizaba mejor que el linaje, p. ej., Raúl de Mez (cfr. M. Alvar, Variedad y unidad del español, Madrid 1969, 117). Se registran nombres incluso de Bretaña, Languedoc, Normandía y Lorena, pero se calcula que en un 66% eran procedentes de Occitania.[rbts name=»cultura»]

Recursos

Notas y Referencias

  1. Basado parcialmente en el concepto y descripción sobre lengua de aragón en la Enciclopedia Rialp (f. autorizada), Editorial Rialp, 1991, Madrid

Véase También

Bibliografía

Además de la citada en el texto, consúltese M. ALVAR, Atlas lingüístico y etnogrdfco de Aragón, Sevilla 1963; Aragón ZAMORA VICENTE, Dialectología Española, 2 ed. Madrid 1979, p. 211-285; F. NACoRE, Gramdtica de la lengua aragonesa, Zaragoza 1979.

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