Sociedades Económicas

Sociedades Económicas en España en España

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Sociedad económica de amigos del país

Institución cultural creada en diferentes regiones del Estado español durante el último tercio del siglo XVIII.

Constituían un paralelo de las diferentes academias y sociedades de agricultura aparecidas en Europa durante ese siglo. En su nacimiento y desarrollo intervinieron el movimiento ilustrado con su preocupación por los conocimientos útiles, así como el fuerte empuje agrícola del siglo, que reavivar el interés por el mejoramiento de los procedimientos técnicos y por las modificaciones del régimen de la propiedad.

Durante un cierto tiempo se ha considerado que las sociedades económicas fueron una manifestación de los núcleos burgueses, pero hoy se las cree fundamentadas en la aristocracia y el clero ilustrado, vinculados ambos con el alza de la renta de la tierra. Fue decisiva la intervención directa de Campomanes y la participación de miembros de la burocracia como socios de las sociedades económicas. Estas tuvieron como origen las reuniones semanales de Los Caballeritos de Azcoitia, nobles y clérigos ilustrados de Guipúzcoa que hablaban de temas económicos y culturales de actualidad. En 1764 establecieron de una manera formal y con autorización regia una Sociedad Económica Vascongada de Amigos del País, que desarrolló una importante labor de enseñanza moderna en su seminario de Bergara y su escuela de metalurgia.

El éxito alcanzado por la Sociedad Vascongada y el ejemplo de otros modelos europeos (Dublín, etc.) impulsaron al fiscal del Consejo de Castilla, Pedro Rodríguez de Campomanes, a proponer la formación de sociedades similares en todo el Estado español, que tendrían por objeto la formación técnica de los artesanos y la promoción de la industria rural o dispersa. Estas ideas se encontraban contenidas en el Discurso sobre el fomento de la industria popular (1774), que fue distribuido por toda España a expensas del gobierno.

Campomanes quería que las diferentes entidades tomaran como modelo la Sociedad Económica Maritense (1775), muy vinculada con los círculos ministeriales, y con una fuerte proporción de burócratas en sus filas. La iniciativa de Campomanes dio lugar a que las inquietudes culturales existentes en muchas ciudad españolas cristalizaran en la formación de sociedades económicas, aunque en algunos casos estas instituciones, carentes de vitalidad propia, no desarrollaron una tarea positiva.

La primera sociedad económica aparecida en el este de España fue la Sociedad Económica de Amigos del País de Valencia (1776), fundada por iniciativa del arcediano de Alzira Pedro Mayoral y por el oyente de la audiencia, el murciano Francisco Pérez Mesía. Los estatutos definitivos no fueron aprobados hasta el 1785. Formaban la base social de la institución fundamentalmente los eclesiásticos, seguidos por los funcionarios estatales y por los aristócratas; la burguesía mercantil e industrial y la menestralía también estaban representadas, pero en un número inferior. Las actividades de la sociedad, más bien teóricas, se centraron en el desarrollo de la agricultura, de la industria y del comercio.

En Barcelona, tanto la audiencia como el ayuntamiento disminuyeron la euforia de los proyectos de Campomanes, por cuanto ya había, en la ciudad, la Junta de Comercio de Barcelona, ​​portavoz de la burguesía mercantil, centro de enseñanza técnica y de bellas artes, así como una academia de ciencias, con una importante dirección de agricultura, que cubría esta vertiente de la actividad de las económicas. A pesar del fracaso de Barcelona, ​​se formaron sociedades de poca monta en otras poblaciones de Cataluña. La primera sociedad de Cataluña fue la de Tàrrega (1776-77), establecida por la iniciativa del alcalde mayor Francisco Antonio Muñiz, con el título de «Sociedad de Amigos del Bien Público», que en 1781 había cambiado su nombre por el de Sociedad de Amigos del País de Urgell. Su actuación fue escasa, pero mantuvo interesantes relaciones con otros centros culturales, como los monasterios de Poblet y de Bellpuig de les Avellanes.

La sociedad de Girona (1777) no sobrepasó el estadio de proyecto. La de Puigcerdà comenzó a actuar en 1781, después de tres años de espera, pero desapareció pronto. En 1784 el ayuntamiento de Tarragona propuso la creación de una sociedad económica en la ciudad; su verdadero creador fue el arzobispo Francisco Armanyà, que como prelado en Lugo había organizado la de aquella población. La Sociedad Económica de Amigos del País de Tarragona fue inaugurada en 1787, con una clara mayoría de miembros eclesiásticos. Su trayectoria siguió una línea agrarista en el caso de Armanyà, y más bien industrialista en la del secretario y canónigo Félix Amat. Desde el 1793 la Sociedad fue en descenso, y su decadencia se acentuó después de la muerte del arzobispo (1803). Con el fracaso de establecer una sociedad económica en Vic (1792) se cierra la visión de estas instituciones en Cataluña.

En 1778 se había fundado la «Sociedad Económica Mallorquina de Amigos del País», que fue dirigida por la nobleza y el clero de la isla (el futuro cardenal Despuig) y por la burocracia forastera. Sus publicaciones cubrían la temática económica, educativa y sanitaria. En 1781 alentó la traducción castellana de la obra de Coyer «La noblesse commerçante». En 1789 estableció una Academia medico-práctica. Desde el 1779 publicó regularmente una «Noticia Periódica», que se convirtió en Semanario Económico (1789) y Semanario de Mallorca (1802).

Como instituciones representativas del momento ilustrado, las sociedades económicas sufrieron las consecuencias de la crisis de la Ilustración a partir de 1789 y languidece tras la guerra de la Independencia y perdieron su carácter pionero del movimiento cultural. La sociedad de Tàrrega desapareció; la de Tarragona se transformó después de 1840 en Sociedad Arqueológica. Las de Valencia y Mallorca han continuado su existencia hasta nuestros días. En los primeros años del reinado de Isabel II se fundaron, en una situación política muy diferente, la Sociedad Económica de Amigos del País de Alicante (1834), la Sociedad Económica Barcelonesa de Amigos del País (aún existente) y la Sociedad Económica Gerundense de Amigos del País, que funcionaba todavía en 1892.

Sociedad Agrícola, Científica y Literaria de los Pirineos Orientales

Institución fundada en 1833 con el nombre de Sociedad Filomàtica de Perpiñán.

En 1839 se denominó Sociedad de los Pirineos Orientales, Ciencias, Bellas Letras, Artes Industriales y Agrícolas, hasta que en 1843 adoptó el nombre definitivo. Su primer presidente honorario fue Francisco Aragón. En un comienzo constaba de la sección de ciencias, artes y agricultura, con 39 miembros, y la de literatura y bellas artes, con 28 miembros. En 1867 el número de secciones llegó a tres. Publicó un Scientifique et Littéraire du Roussillon Boletín de la Société Agricole. Relacionada con otras sociedades extranjeras, vio interrumpida su actividad a causa de las guerras de 1870 y 1914. De hecho, no retomó con fuerza su actividad hasta el año 1933, pero la guerra de 1939 le significó un nuevo colapso. Desde un comienzo se interesó sobre todo por los problemas locales, pero tuvo una actuación bastante negativa respecto a la cuestión de la lengua. Hasta 1880 Armand Izarn, secretario de la sección de letras, no pidió la creación de una sección para el estudio del catalán. Sin embargo, a pesar de este cambio de orientación, no se ha significado nunca en este campo.

Sociedades Económicas: Antecedentes Histórico-Legislativos

Está disponible toda la legislación promulgada en España, en su texto original, en la recopilación legislativa histórica de la plataforma sobre leyes españolas.

Educación y Cultura en la Legislación Histórica de España

Para una aproximación histórica, y en relación con Sociedad en la legislación histórica, véase también las entradas publicadas sobre Educación y Cultura en esta enciclopedia jurídica española.

Contexto histórico de Sociedades Económicas

Véase información, asimismo, sobre la evolución de la legislación y las iniciativas regulatorias que han afectado a Sociedades Económicas a lo largo de la historia española.
Sociedades Económicas

Recursos

Bibliografía

  • Sociedades Económicas en el Diccionario de Legislación Histórica, de Salvador Trinxet Llorca
  • Ley hipotecaria, comentada y explicada, concordada con las leyes y códigos extranjeros, comparada con las disposiciones de la legislación española, que han servido de precedente para redactarla… precedida de una introducción histórica y de la exposición de sus motivos y fundamentos; y seguida del reglamento para su ejecución, etc. (y de un Diccionario completo de la nueva legislación, etc.) (1861), de Jose_ María Pantoja y Antonio M. Lloret
  • Sociedades Económicas en el Manual de Historia del Derecho Español, de Francisco Tomás y Valiente (Editorial Tecnos; 2012)
  • Ensayo histórico crítico sobre la legislación de Navarra, de Jose María de Zuaznavar

Véase También

  • Sociedad
  • Educación
  • Cultura

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