Almorávides

Almorávides en España

Aquí se ofrecen, respecto al derecho español, referencias cruzadas, comentarios y análisis sobre Almorávides. [aioseo_breadcrumbs]

Almorávides en Relación a Historia

En este contexto, a efectos históricos puede ser de interés lo siguiente: [1] Los almorávides (almurábititn) son los hombres del ribut, monasterios con carácter guerrero en los que se preparaban para la guerra santa. A semejanza de las órdenes militares de la cristiandad, tienen como misión combatir a los infieles y propagar la fe musulmana. Reciben también el nombre de Mulattimún porque cubrían su rostro con un velo o litúm.
El movimiento almorávide se remonta a la fundación de un ribcct a orillas del Atlántico, unos 500 Km. al norte de la desembocadura del río Senegal. Los comienzos de esta pequeña comunidad son muy oscuros y se han ido deformando por las leyendas. Poco a poco acuden nuevos adeptos y hacia el 1050 ya han sometido los almorávides todo el Sahara occidental. La jefatura política está en manos de Yahyá b. `Untar; la religiosa, en manos de `Abd Alláh b. Yasin. La reforma religiosa de los almorávides se limitó a suprimir los impuestos y a castigar las infracciones señaladas por la ley, predicando la más rigurosa ortodoxia. La expansión almorávides tiene tres etapas claramente definidas: en la primera, que comprende desde 1053 hasta 1062, se conquista el sur de Marruecos; en la segunda, 1062 a 1082, los almorávides ocupan el norte del país y parte de Argelia, y en la tercera, después de colaborar con los reyes de taifas de alAndalus para detener la amenaza del avance cristiano por Extremadura (Zalaca, 1086) y Murcia (Aledo, 1088), destronan a los reyes de taifas y conquistan alAndalus.
La conquista de Marruecos. El primer objetivo almorávides fue la ocupación de los oasis del sur de Marruecos. Sivilmása, en la región de Tafilete, cayó en su poder hacia el 1053. En el 1062, Yñsuf b. Tásfn fundó Marrskus (Marrakech), situada en una de las grandes rutas comerciales que a través del Atlas enlazan con el sur marroquí y el desierto. Resolvieron el problema del agua excavando pozos o jattara, y crearon un oasis de una riqueza extraordinaria. Rápidamente emprendió la conquista del norte marroquí y en 1069 conquistó definitivamente Fez, después de vencer completamente a los zanátas. Al conquistar todo el norte de Marruecos se enfrentó con el reyezuelo de Ceuta, Sugñt alBargawáti, que al mismo tiempo comunicó a los reyes de taifas el peligro que representaba el avance almorávides AlMu’tamid, rey de Sevilla, ordenó al gobernador de Algeciras que fortificara la costa y que la flota vigilara las aguas del Estrecho. Por otra parte los cristianos ponían en grave situación a los reyes de taifas (véase en la presente referencia sobre España lo siguiente: TAIFAS, REINOS DE). En 1079 Alfonso VI atacó las tierras del rey de Badajoz y conquistó la importante ciudad de Coria, apoderándose al año siguiente de la fortaleza de Zorita de Cáceres. Con este motivo, alMutawakkil, rey de Badajoz, escribió al. emir almorávides solicitando su ayuda para
hacer frente a las amenazas del rey castellano, y en dicha carta se decía que el portador informaría detalladamente sobre la situación de alAndalus.
La intervención en alAndalus. La conquista cristiana de Toledo en mayo de 1085 decidió a Yñsuf b. Tásfin a cruzar el Estrecho al mando de sus tropas. El ejército almorávides se dirigió a Badajoz, la zona más amenazada, mientras Alfonso VI se veía obligado a levantar el sitio de Zaragoza y a detener el avance musulmán. El ejército almorávides, reforzado con contingentes peninsulares, venció completamente a los cristianos en la famosa batalla de Zalaca (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general) o Sagrajas el 23 oct. 1086. La victoria musulmana no tuvo grandes consecuencias, pues Yñsuf b. Tásfin regresó rápidamente a Marruecos, donde acababa de morir el príncipe heredero, y las incursiones dirigidas por Alfonso VI no se interrumpieron, aunque ahora iban orientadas hacia la región levantina. Un contingente castellano se instaló en la plaza fuerte de Aledo, en la provincia de Murcia, y los intentos del rey de Sevilla para recuperarla, fracasaron. De nuevo alMu`tamid solicitó la ayuda del emir almorávides, que desembarcó por segunda vez en Algeciras.
El sitio de Aledo se prolongó indefinidamente y muy pronto surgieron rivalidades entre los reyes de taifas. Ante la llegada de un ejército cristiano mandado por Alfonso VI, Yñsuf b. Tásfin se vio obligado a retirarse, embarcando poco después para Marruecos, con la intención de deshacerse de los reyes de taifas y adueñarse de alAndalus. Fácilmente obtuvo de los alfaquíes sendas fatwas en las que se condenaban a los reyes de Granada y Málaga, acusando al primero de ceder a la presión de Alfonso VI. En 1090, Y5lsuf cruzó de nuevo el Estrecho y destronó a los citados reyes. Atemorizados por esta medida, los príncipes musulmanes buscaron la alianza cristiana, ocasión que aprovechó el emir almorávides para lanzar nuevas fatwas acusándoles de impíos, de poner impuestos ilegales a sus súbditos y de aliarse a los enemigos del Islam. El general Sir b. Abñ Bakr fue encargado de destronar a los reyes de taifas y ocupar sus Estados.
Por lo que respecta a la Reconquista, los cristianos sufrieron graves derrotas, aunque la frontera permaneció inalterable. Durante el reinado del segundo emir almorávides, `Ali b. Yi7suf, tuvo lugar la batalla de Uclés (27 mayo
ALMORAVIDES ALONSO, DAMASO 731
1108) en la que murió el infante D. Sancho, hijo de Alfonso VI y de la mora Zaida. Esta victoria permitió a los almorávides ocupar Uclés, Huete y Cuenca, amenazando Toledo, que resistió el sitio almorávides de 1109. En 1110, los almorávides incorporaron a sus dominios Zaragoza, último reino de taifa pero no pudieron defenderla de los continuos ataques de Alfonso I que entró en la ciudad en diciembre de 1118.
La decadencia almorávide. A partir de este momento se pone de manifiesto la impotencia de los almorávides para contener los ataques de los cristianos. Después de la victoria de Alfonso I en Cutanda, en el verano de 1120, aparecen los primeros síntomas de descontento en la España musulmana y en Marruecos comienza su actividad religiosa y política Ibn Tñmart, fundador de la doctrina almohade (véase en la presente referencia sobre España lo siguiente: ALMOHADES). La famosa expedición de Alfonso I el Batallador por tierras de Andalucía en 1126 pone de manifiesto la debilidad de los a.
La colaboración de los mozárabes con el rey de Zaragoza, movió al emir almorávides a deportarlos a Marruecos. No obstante, cabe señalar la inesperada victoria de Fraga en 1134, donde fue derrotado Alfonso I. Durante los últimos años del reinado de `Ali, los almohades son ya dueños de las zonas montañosas del Atlas y amenazan seriamente los llanos. Es decisivo el año de 1145, cuando es muerto por los almohades el catalán Reverter, jefe de las milicias cristianas al servicio de los almorávides Después de la muerte de `Ali b. Yusuf en enero de 1143, los últimos emires almorávides Tásftn, Ibrúhim e Isháq no pueden detener la expansión de los almohades, que van ocupando Orán, Tremecén, Fez. y finalmente„ Marrakés en marzo de
1147, donde tiene lugar la decapitación del último emir, Isháq.
La cultura almorávide. El Imperio almorávides representa el dominio de la gran tribu beréber de los sanháya sobre los zanáta y masmñda y el apogeo del Islam beréber. A ellos se debe la creación de Marruecos como unidad política. En el aspecto religioso, imponen la ortodoxia, eliminando las tendencias heréticas. Por primera vez se consigue en Marruecos la unidad religiosa. En España detienen la Reconquista y reaniman al Islam español, pero con la deportación de los mozárabes rompen el clima de tolerancia entre cristianos y musulmanes que hasta entonces había imperado en la Península.
Aunque los almorávides, a pesar de su puritanismo, se dejaron captar por la superior cultura arábigoandaluza, el brillante periodo literario de los taifas sufrió una especie de colapso. Es la época de las grandes antologías, en las que se reúnen los versos y las noticias de los mejores literatos. Señalemos la Dajzra de ben Bassán (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general) de Santarem (m. 1147) y los Qalá’id alVgyán de Ibn Jágán. Quizá como reacción, es digno de destacar el apogeo de la poesía popular. En tiempo de los almorávides vive el gran zejelero Ibn Quzmán y en la región levantina se siguen componiendo maravillosas poesías florales.
En el aspecto artístico, los almorávides llevaron al norte de África las principales características del arte arábigoandaluz, introduciendo algunos cambios en la estructura de las mezquitas como el empleo de pilares de ladrillo en vez de columnas para separar las naves y la supresión de los tirantes de madera. La influencia de la arquitectura andaluza en Marruecos podemos encontrarla de modo especial en la mezquita de Tremecén, en la de alQarawiyyin de Fez y en la Qubba al Baradiyy1n de Marrakés.
V. t.: ALANDALUS; BERÉBERES; ALMOHADES; TAIFAS, REINOS DE.[rbts name=»historia»]

Recursos

Notas y Referencias

  1. Basado parcialmente en el concepto y descripción sobre almorávides en la Enciclopedia Rialp (f. autorizada), Editorial Rialp, 1991, Madrid

Véase También

Bibliografía

F. CODERA, Decadencia y desaparición de los almordvides en España, Zaragoza 1899; I. BOSCH VILÁ, Los Almorávides, Tetuán 1956; R. MENÉNDEZ PIDAL, La España dei Cid, 5 ed. Madrid 1956; H. TERRASSE, Histoire du Maroc, 1, Casablanca 1954, 211260.

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