Blasón

Blasón en España en España

Aquí se ofrecen, respecto al derecho español, referencias cruzadas, comentarios y análisis sobre Blasón. [aioseo_breadcrumbs][rtbs name=»derecho-home»]

Armas o Blason en el Diccionario Razonado de Legislación y Jurisprudencia

A efectos históricos, se ofrece una descripción del contenido sobre Armas o Blason proporcionado por el Diccionario de referencia, de Joaquín Escriche:Las insignias que usan las familias nobles en sus escudos para distinguirse unas de otras y de las del Estado general, como también los mismos escudos y los que usan los príncipes reinos, provincias y ciudades. Hay quienes hacen las armas tan antiguas como el mundo, diciendo que los hijos de Seth, para distinguirse de los de Caín, tomaron por armas diferentes figuras de cosas naturales, como frutos, plantas y animales; y que los de Caín usaron de las figuras de los instrumentos de las artes mecánicas que profesaban: mas estos son sueños de Rabinos, que no tienen apoyo alguno en la Sagrada Escritura. Algunos atribuyen la invención de las armas a los hijos de Noé después del diluvio; y otros a los egipcios, refiriéndose a la autoridad de Diodoro de Sicilia. Varios han creído que las armas estaban en uso cuando los hebreos salieron de Egipto, porque en el libro de los Números se arregla el campamento de aquel pueblo por tribus o familias, distinguiéndolas por sus enseñas y banderas; y prevaliéndose de las expresiones metafóricas de que se sirvió Jacob al predecir a sus hijos lo que les había de suceder después de su muerte; como también de las bendiciones de Moisés a las tribus, han dado un León a la tribu de Judá, una ancla a la de Zabulón, un jumento a la de Isacar, una serpiente a Dan, un hombre armado a Gad, una espada a Simeón, tortillos o roeles a Aser, un ciervo a Neftalí, un lobo a de oro a José, una cabeza de toro y cuernos de rinoceronte a Efraín y Manases, y mandrágoras <í. Baben. El P. Petra-Santa refiere el origen de las armas a los tiempos heroicos, que empezaron en el tiempo de tus asirios; a. quienes se da por distintivo una palotea de plata en memoria de Semiramis, cuyo nombre si unifica paloma; y.1 esos n:lislnos tiempos corresponde lo que Enid.pides escribe sobre las divisas quin llevaban en Sus broqueles los que combatieron bajo los muros de Tebas, como igualmente lo que dice Va10110 Flaco de los símbolos de los argonautas. Algunos historiadores 110 dan esta invención, sino a los griegos que fueron al sitio de Troya. Iilóstrato, leno ión te y Qui nto-(urdo la atribuyen 11 los Modos y a los Pelmas desde el establecimiento de su monarquía. 1:1 P. Monet pretende que en tiempo de Augusto.fue cuando se arregló el uso de las armas, fundándose en las obras en que se hallan descritos con todas 5115 figuras los (5cuilos de las legiones romanas. Otros sostienen que Carlo-Magno fue el verdadero autor de este establecimiento cuando instituyó los doce Pares. Pero la opinión mas coman encuentra el origen de las armas en las cruzadas, en las guerras contra los sarracenos, y en los viajes de ultramar contra los infieles, diciendo, que los principales guerreros introdujeron entonces el uso de distinguirse con estas insignias, y que de allí vienen la mayor parte de las armas de los príncipes, como las de los Reyes de Aragón y de Portugal, las de los condes de Flandes y duques de Brabante. Lo que se deduce de tan diversas opiniones es (pie en todos tiempos ha habido en los ejércitos distintivos simbólicos, con que se adornaban los escadus, las cotas de armas, los cascos, los estandartes y banderas militares; pero no eran todavía insignias de nobleza, ni pasaban por vía de sucesión a las familias para distinguirse unas de otras. El P. 11Ienetrier, que trae todas estas noticias, añade que los antiguos torneos sois los que dieron motivo al establecimiento del blasón por razón de las armas y de los trajes que servían para estos ejercicios militares. Los esmaltes que entran en las armas son los de los antiguos juegos del circo, que pasaron h los torneos. Los bandos y las cuadrillas se distinguían en ellos por los colores blanco, encarnado, azul y verde, que son el plata, el gules, el azur y el sinople de nuestras armas. Domiciano aumentó dos cuadrillas, una vestida de oro y otra de púrpura. El sable o negro se introdujo en los torneos por los caballeros que llevaban luto o tenían algún gran sentimiento. El arminio y el verde se usaban también en los trajes de torneo. Las particiones del escudo vienen de los trajes de torneo que muchas veces eran de dos colores divididos A. lo largo, a lo ancho; al sesgo, o en cuarteles. La mayor parte de las piezas del escudo, como los palos li barras, los cabríos, los sotueres o aspas, etc., son piezas l) figuras de las antiguas lizas y banderas en que se hacían los torneos. Las rocas y armellas proceden de las justas y juegos de sortija; y las bandas y fajas, de las que en dichas fiestas llevaban los caballeros. Estos tomaban también por divisas varias figuras de animales y otros símbolos, y se ponían las denominaciones de Caballeros del Cisne, del Leou, del Águila, del Sol, de la Estrella. Como en Alemania fue donde primero empezaron los torneos en el siglo décimo, es probable que los alemanes serían lis primeros que tuvieron armas o blasones, cuyo uso pasó luego con el de aquellas fiestas a Francia, España e Italia. La nobleza de Inglaterra no las conoció hasta el reinado de Guillermo el Conquistador en el siglo x1, y la de los países-Bajos hasta los años de 1160. Las principales causas u ocasiones que han dado lugar a la elección de las figuras que se ven en las armas, son el nombre, algún hecho ilustre, las dignidades o cargos públicos, las cruzadas, las divisas, las relaciones o semejanzas simbólicas, y las singularidades del. país. Hay efectivamente muchas familias que han puesto en sus escudos algunos signos. que representan sus nombres o apellidos. La de los Coroneles lleva cinco cornejas sables o negras en campo de oro; la de los Lunas, una medía luna de plata en campo de púrpura; la de los Romeos, una reata de romero sinople en un vaso gules; la de los Fozes, cinco hozes de podar de plata; la de los Castros, un astro o estrella de plata con la punta inferior de rayo; la de los Rebolledos, tres rebollos sinoples en campo de oro; lade los Abarcas, dos abarcas de oro en campo azul; la de los Pinús, tres piñas de oro en triángulo; la ile los Torrellas, tres torres de plata; la de los Zapatas de Valores, tres zapatos; la de los Ruedas, una rueda de oro. Lo que han hecho las familias, lo han ejecutado también algunos reinos, provincias y ciudades, como es de ver en las armas de Lean, de Castilla, de Granada, y en las de Barbastro y Teruel o Toroel; todas las cuales, por la relación que tienen con los nombres, se llaman en lenguaje heráldico armas parlantes. Con respecto a los acontecimientos y acciones ilustres, tenemos, entre otras muchas, las armas de los Guzmanes, que con el castillo superado tic un brazo en ademan de arrojar una espada, nos recuerda el heroísmo de Guzmán el Bueno en la defensa de Tarifa; la de los Mazas, que con sus tres mazas de oro puestas en palo perpetran la memoria de lo mucho que se distinguió en la famosa batalla de Alcoraz junto a Huesca el caballero Fortuna, que con trescientos peones armados de mazas había venido en auxilio del Rey D. Pedro de Aragón, y que con este motivo tomó y traspasó a sus descendientes el apellido de Maza; y últimamente la de los Lanzas, que llevan un León, una ala y las cuatro barras o bastones de Aragón, concedidas por Juan II a Martin Lopez de Lanza por su valor, asistencia a su real persona y hazañas militares en las guerras de Cataluña.

Más sobre el Significado Histórico de Armas o Blason

Para conocer que las dignidades o cargos han dado figuras a las armas, basta observar que algunas familias que han tenido el empleo de mayordomo, repostero, dapifero o conde palatino de la copa en la casa real, llevan en sus escudos bezantes y copas de oro y de gules en seSial de dichos cargos; y que otras llevan asimismo las insignias, símbolos o adornos de la autoridad que han ejercido. Es cierto también que las cruzadas y los viajes de ultramar han contribuido mucho al origen de los blasones. Los que fueron a combatir en las cruzadas contra los infieles tomaron por armas la cruz en diferentes formas y colores, añadiendo después las figuras de ciertas aves que pasan el mar todos los ai,ños,y representándolas mutiladas de pies y pico para denotar las heridas que en sus expediciones habían recibido. Como las divisas o empresas servir en otro tiempo para conocerse y distinguiese unos de otros en las guerras y en los tornees los caudillos y caballeros, no es extraño que hayan llegado a ser señales o insignias de la, nobleza de las familias. Así se ve en algunas armas la divisa de un camello echado con el lema (/vi se Izantilia.l, erel1,(b ter: y en otras un unicornio alzado hacía un sol radiante con el mote E,raltabitiar sin unicornios. Lo mismo ha sucedido con los szni bolos. Se ban dedo Leones 6 los valientes; águilas, la los hombres de mucha perspicacia y de pensamientos elevados; perros, a los leales; gallos, a los vigilantes; cigeñas, a los piadosos; serpientes, a los que han dado pruebas de consumada prudencia en los negocios del Estado. Finalmente, las singularidades, rarezas o cosas notables del país, han dado también la materia de las armas. o las piezas que las componen. La Islandia lleva en su escudo un pez coronado, por la abundancia de pesca que allí se coge. La ciudad de Paris trae un navío, porque la isla del Sena en que fue fundada, tiene esta forma. El árbol de las armas de Vizcaya representa el árbol de Garnica, bajo el cual se celebraban las cortes 6 Juntas generales de la provincia. Como las armas tienen por objeto distinguir el linaje de las personas y familias nobles, no pueden las del estado general llevar las armas de aquellas, ni los nobles pueden tampoco usurpárselas mutuamente, ni escogerlas a su arbitrio, sino en el caso de hacerlo sin perjuicio de tercero, y guardando las leyes de armería; bien que la costumbre es que las armas sean aprobadas o dadas por el Rey. ninguna persona, cualquiera que sea su título o dignidad, puede poner corona sobre el escudo de sus armas, ni usar de las armas reales derechas, ni por orlas, ni por otra manera diferenciadas, salvo en aquella forma y manera que las trajeron sus ascendientes, a quienes fueron primeramente dadas, y solamente pueden poner coroneles en los escudos de armas los duques, marqueses y condes: leyes 15 y 16, título 1, lib. 6, Novísima Recopilación El uso de escudo de armas es prueba de nobleza, y el que quiere probar que es noble, debe acreditar que tiene escudo de armas, según dice Gutiérrez (Practie. quffist., lib. 3 el 4, g. 16, número 42) y Tiraqueau (de Nobilil., cap. 6, núm. 12). Por eso en la Orden de San Juan de Jerusalén no es nadie admitido a tomar el hábito sin que primero justifique que las familias de su padre, abuelo, madre y abuela, tuvieron y usaron armas por espacio de cien años. Si el Rey concede armas a una persona del estado general, se entiende que por el mismo hecho le concede la nobleza. Puede ser gravado el heredero con la obligación de llevar las armas y el apellido del testador, quien se entiende que impone esta carga con el fin de conservar la agitación, según sienta Molina (de primo.. lib. 2, cap. 14). Suelen los nobles poner sus armas en portadas de casas y otros edilicios, en reposteros, cuadros, sellos y otras cosas, para demostrar el derecho que en ellas tienen. De aquí es que la cosa en que estén las armas de alguno, se presume que pertenece al dueño de las armas; y si se hallan. en las paredes., puertas, torres o fuente bautismal de un templo, o en alguna capilla o altar, y aun en los ornamentos eclesiásticos, inducen presunción del derecho de patronato. El que quitare las armas puestas en alguna cosa para perpetua memoria o para señal de algún derecho, debe reponerlas a su costa y ser castigado con pena arbitraria, como dice Gornez (pár. penales, núm. 5, Tzstitral. de aelion). Véase Moreri, Ferraris, Teodosio Opingio, D. Bernardino de Mendoza, Moreno de Vargas, el padre Guardiola, Tiraqueau y D. Juan Francisco de Montemayor.

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