Comarcalidad

Comarcalidad en España en España

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La comarcalidad o vecindad local en el Ordenamiento Jurídico Civil

La comarca

Señala la Enciclopedia Espasa en relación a esta voz:

UNA PEQUEÑA UNIDAD TERRITORIAL
La comarca es un área geográfica que presenta una cierta unidad, ya que comparte características comunes de tipo físico, histórico, económico o social, entre otras, y puede estar unida administrativamente y depender de un núcleo de población que concentra servicios y diversas actividades económicas.

En su definición, la comarca presenta muchas similitudes con la región, pero a diferencia de ésta tiene una extensión menor y es un territorio más homogéneo desde el punto de vista físico o humano.

TIPOS DE COMARCA
Las comarcas son el resultado del contexto geográfico y social predominante en el momento de su definición, así como de la evolución histórica de ese contexto. En cada caso, el topónimo nos informa sobre la característica cohesionadora del territorio, definiendo varios tipos de comarca.

  • Comarca natural o fisiográfica
  • Comarca socioeconómica
  • Comarca socioeconómica

    Cuando el factor humano se convierte en la característica unificadora dominante, la comarca pasa a ser de tipo socioeconómico. Un gran número de ellas adquieren personalidad en función de la ocupación del territorio a lo largo de la historia, de la homogeneidad del grupo humano que lo habita, de sus usos y costumbres, o de la principal actividad económica realizada en ese territorio.

    En algunos casos, para delimitar este tipo de comarcas suele definirse el área de influencia de un núcleo urbano que concentra los servicios y actividades esenciales, como Campo de Cartagena, Campo de Gibraltar o la Tierra de Ágreda. También es muy común que el topónimo de la comarca derive directamente de la ciudad que define su área de influencia (como Ávila, Ciudad Rodrigo, El Barcelonès o Trujillo). Cuando existen dos núcleos urbanos que comparten el centro de servicios al mismo nivel, la comarca puede definirse tomando ambos topónimos, como sucede con la de Requena-Utiel en Valencia. También se pueden encontrar comarcas que se corresponden con territorios históricos, como el Condado de Treviño, el Maestrazgo, el Marquesado de Zenete o el Marquesado de los Vélez, o otras que están definidas por la existencia de un mercado que absorbe las funciones de otras áreas próximas de características heterogéneas, o por la existencia de un único cultivo o función económica predominante. En este último caso, la comarca suele tomar el nombre de esa actividad común (como ocurre con la Tierra del Pan o la Tierra del Vino).

    ORIGEN Y EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE LAS COMARCAS
    La comarca como unidad geográfica tiene su origen en Europa occidental durante la edad media, cuando las tierras pertenecientes a la Iglesia (como obispados o abadías) o a la nobleza (marqueses, condes o duques) eran delimitadas realizando una descripción precisa de las líneas que dividían cada jurisdicción.

    En España, el número de comarcas fue creciendo progresivamente hasta el s. XV, a medida que eran conquistados y colonizados los territorios islámicos de la península Ibérica. Pese a la diversidad de espacios comarcales existentes, todos ellos comparten desde su origen algunas características comunes:
    — El relieve delimita unas unidades territoriales sobre las que se desarrolla la actividad económica y las relaciones sociales de la comarca.
    — La población se agrupa en un núcleo principal, que también ejerce las funciones de centro administrativo y comercial para los municipios situados en su área de influencia.
    — La actividad económica predominante en toda la comarca es la agricultura, con excepción del núcleo urbano, donde hay industria de artesanía y se comercializan los productos agrícolas.
    — El territorio incluido en una comarca apenas mantiene relaciones sociales o económicas con las áreas circundantes, dependiendo casi exclusivamente del centro comarcal.

    En Europa, las comarcas han sido definidas desde el s. X hasta la actualidad en función de las características que les daban unidad en cada período histórico. Sin embargo, la comarca es un territorio dinámico, sometido a los cambios que puedan producirse en la población que lo habita y las actividades sociales y económicas que ésta desarrolla. Muy pocas comarcas escapan a este proceso de transformación. Sólo en algunas comarcas naturales, como en áreas insulares o territorios delimitados por mares y grandes relieves montañosos, donde las características físicas condicionan la actividad humana, los límites comarcales son prácticamente invariables.

    Factores de cohesión comarcal

    El factor principal de definición de las comarcas fue, hasta el s. XV, el relieve y otros elementos topográficos, como la hidrografía, pero a partir de entonces el fortalecimiento de los núcleos urbanos dio paso a la estructuración de comarcas en torno a aglomeraciones de población que ejercen la función de capital comarcal.

    Durante el s. XIX, los cambios sociales y económicos ligados al desarrollo urbano, la revolución industrial y la mejora de las comunicaciones provocaron una profunda transformación de las comarcas originales. Desde entonces se han producido diversas reorganizaciones administrativas de las comarcas, bien para adecuar su delimitación a una realidad social, económica, cultural y geográficamente cambiante, bien por razón de criterios políticos que pueden dar lugar a demarcaciones carentes de homogeneidad y coherencia.

    LA COMARCA POLÍTICO-ADMINISTRATIVA
    Además de definir un área geográfica con características físicas o humanas comunes, la comarca sirve como división administrativa en la organización del territorio, situada jerárquicamente entre el municipio y otras divisiones de nivel superior, como las provincias o las comunidades autónomas.

    La comarca administrativa adquiere entonces personalidad jurídica, tiene atribuidas ciertas competencias, cuenta con sedes de las administraciones estatales, provinciales o regionales y goza de instituciones de gobierno propias, encargadas de gestionar determinados servicios públicos específicos.

    Comarca y descentralización

    Aunque las comarcas existen como unidades territoriales, popularmente reconocidas en España desde hace varios siglos (algunas son milenarias), e incluso fueron consideradas como alternativa descentralizadora a la división provincial de 1833, sólo entraron a formar parte de la división político-administrativa del Estado con la instauración de las comunidades autónomas por la Constitución de 1978. Entre las numerosas competencias asumidas por las comunidades figuran la organización territorial y la política regional aplicable a su comunidad, para lo cual pueden aprobar leyes que establezcan la división de sus territorios en comarcas. Entre las comunidades autónomas que han implantado la división comarcal se encuentran Cataluña, el País Vasco, la Comunidad Valenciana y Aragón.

    Desde el punto de vista administrativo, la principal función de las comarcas consiste en descentralizar el poder político y acercar el gobierno al ciudadano. Sin embargo, estas necesidades chocan con la escasez de recursos en la administración local, con la insuficiente descentralización de poder hacia las entidades locales y con el solapamiento de competencias con otros entes administrativos distintos.

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