Economías de Escala

Economías de Escala en España

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Economías de Escala en Relación a Economía de Finales del Siglo XX

En este contexto, a efectos históricos puede ser de interés lo siguiente: [1] Se llaman economía de escala las reducciones de coste que pueden obtenerse mediante la construcción de factorías más grandes para fabricar un solo producto (e. de e. en el sentido tradicional), mediante una reducción de la variedad de productos en una factoría (especialización horizontal), y, finalmente, fabricando partes, componentes y accesorios de un determinado producto en distintos establecimientos (especialización vertical).
Sentido tradicional. El primer tipo de economía de escala puede clasificarse en su relación con la indivisibilidad del equipo, los cocientes capacidad-coste, las actividades no proporcionales, y la aplicación de métodos tecnológicos avanzados.
De estos factores, la indivisibilidad puede aplicarse a la unidad de equipo que es necesaria para producir un determinado bien o, alternativamente, puede requerir que sean necesarias varias unidades de un equipo o utillaje indivisible. En este último caso, la gestión óptima exige que la capacidad de la factoría sea igual a un común múltiplo de la capacidad de las unidades de una dimensión eficiente.
Las economía de escala resultan de una relación tecnológica entre capacidad y coste en el caso de contenedores (containers), oleoductos, compresores, etc., en que el coste está en función de la superficie, mientras que la capacidad está en relación con el volumen. La pérdida de calor o energía en los hornos o en conductores eléctricos está también en relación con la superficie, mientras que los aumentos de capacidad son proporcionales al volumen. Sobre la base de estas relaciones, los ingenieros han deducido la llamada «regla del 0,6», según la cual un 10% de aumento en la capacidad irá acompañado por un aumento del coste de un 6% aproximadamente.
Pueden obtenerse también economía de escala en conexión con diversas actividades no proporcionales, tales como elaboración de proyectos, planes de producción, investigación, recogida y canalización de información, fletes, manipulación de materiales, servicios de reparación, etc. En general se observa que, a mayores niveles de producción, el coste por unidad de estas actividades tiende a disminuir. Al mismo tiempo, en virtud de la ley de los grandes números, los inventarios de almacén de piezas y productos finales lo mismo que los saldos de caja, necesitan aumentar menos que proporcionalmente conforme aumenta la producción.
Finalmente, la mayor dimensión de las factorías puede permitir la aplicación de métodos tecnológicos avanzados, que suponen el uso de equipo especializado y producción en cadena, y pueden también conducir a la especialización de trabajadores y directivos.
La importancia relativa de estas formas de economía de escala y la magnitud de las reducciones de coste serán diversas en diferentes industrias. En algunas industrias que producen bienes de consumo perecederos, y que emplean técnicas de producción más bien sencillas, la escala eficiente de operación es relativamente baja, y los costes de producción en una escala más pequeña son sólo moderadamente más altos. Por el contrario, la escala eficiente de producción es grande, y los costes aumentan considerablemente en niveles de producción más bajos, si se trata de fabricar bienes de equipo, la mayor parte de los productos semielaborados y bienes de consumo duraderos que necesitan la aplicación de complicadas técnicas de producción.
Así, mientras en las industrias textiles y del calzado los costes de producción por unidad pueden reducirse sólo en un 10% si se duplica la producción, en la mayor parte de las demás industrias se observan diferencias de coste considerablemente mayores. Por ej., los costes de producción del acero en una factoría que produzca 250.000 t. al año son 1/3 más altos que en otra que tenga una producción anual de 1.000.000 de t. Duplicar la producción de fertilizantes supone una disminución del coste por unidad de casi un 50%, y en la fabricación de pulpa de papel los costes por unidad en un molino con una producción diaria de 50 t. son 2/3 más altos que en otro que produzca 200 t.
Especialización horizontal. En empresas que producen una gran variedad de artículos, las factorías instaladas en países desarrollados pueden generalmente especializarse en una gama más restringida de productos, y conseguir ventajas de coste debido al aumento del volumen de la producción. Estas ventajas de coste están en relación con las reducciones en los costes fijos por unidad, disminución en algunos elementos de costes directos y el aumento de productividad propio de niveles más altos de producción.
Un aumento del volumen de la producción puede suponer reducción de los costes fijos por unidad de producto mediante el uso de maquinaria especializada, y también a causa de los menores costes en hacer moldes, preparación de proyectos, etc. Los ahorros en costes fijos tienen especial importancia en las industrias metálicas y de máquinas-herramientas, aunque también podrían encontrarse ejemplos en otras ramas de la ingeniería.
El aumento del volumen de producción contribuye también a disminuir algunos costes directos. Estos incluyen los gastos relacionados con la revisión del montaje de la maquinaria, reorganización del trabajo y el cambio de la mano de obra de una a otra operación. Además de las industrias antes mencionadas, el coste directo del cambio de operación tiene también importancia en la industria textil y en la fabricación de productos químicos. Con respecto a esta última puede ser citado el coste de las operaciones de puesta en marcha y de limpieza final en la manufactura de productos farmacéuticos, tintes y diversos productos químicos orgánicos.
Especialización vertical. Pueden obtenerse mayores reducciones de costes, así como una mejora de la posición en el mercado mediante cambios en la estructura de las industrias, realizando la segregación de las diversas operaciones en diversos establecimientos. Este proceso de especialización vertical contribuirá a una mayor productividad en la medida en que las economía de escala puedan realizarse en las factorías especializadas.
Las ventajas de la especialización vertical aparecen en diversos niveles de desarrollo industrial. Por orden cronológico, la industria del curtido puede haber facilitado el primer ejemplo de este proceso en las actuales economías industriales, seguida por la maquinaria de imprenta, la industria del metal, maquinaria de construcción, y en las primeras décadas de este siglo, la industria del automóvil.
La manufactura metálica ha sido citada frecuentemente como un ejemplo de especialización vertical y horizontal, al describir el desarrollo industrial europeo durante la segunda mitad del siglo XIX. Se ha advertido que, con la expansión de esta industria, las factorías se especializaron verticalmente en el campo de la fundición, herrería, forja y fabricación de herramientas; y horizontalmente en la manufactura de agujas y alfileres, cajas fuertes y cerraduras, quincallería, y más recientemente en estufas eléctricas, cocinas, baterías, etc.
Mientras la especialización horizontal y vertical son características de las manufacturas metálicas, las economía de escala propiamente dichas y la especialización vertical son importantes en la producción de automóviles. El montaje de automóviles en una escala eficiente exige una producción anual de 80.000 coches, pero la fabricación de todas las partes, componentes y accesorios a un coste mínimo exige un volumen de producción de 250.000 coches al año. La especialización vertical también supone reducciones de coste en las industrias que fabrican productos químicos, plásticos, maquinaria, aviones y aparatos científicos.[rbts name=»economia»]

Recursos

Notas y Referencias

  1. Basado parcialmente en el concepto y descripción sobre economías de escala en la Enciclopedia Rialp (f. autorizada), Editorial Rialp, 1991, Madrid

Véase También

Bibliografía

W. Z. HIRSCH, Manulacturing Progress Funetions, «Rev. of Economics and Statistics» mayo 1952, 143-153; B. BALASSA, Teoría de la integración económica, México 1964; C. A. SMITH, Business Concentration and Price Policy, en «Survey of the Empirical Evidence on Economies of Scale», Princeton 1955, 213-230; E. A. G. ROBINSON (dir.), Economic Consequences ot the Size ot Nations, Londres 1959.

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