Hidalgos

Hidalgos, en los reinos de Castilla y de León, era la denominación de hombre de buen linaje, de buen lugar. Como «fijo» o «hijo de algo» (y se entendía algo en el sentido de bien, o sea, hijo de bien), el hidalgo tenía derecho a ser armado caballero, estaba exento de cargas reales y municipales y del servicio de quintas y estaba obligado a servir con armas y caballo cuando el rey lo llamaba, siempre que fuese comandado por el rey mismo.