Economía de Castilla

Economía de Castilla en España

Aquí se ofrecen, respecto al derecho español, referencias cruzadas, comentarios y análisis sobre Economía de Castilla. [aioseo_breadcrumbs]

Economía de Castilla en Relación a Economía de Finales del Siglo XX

En este contexto, a efectos históricos puede ser de interés lo siguiente: [1]

Historia de Castilla la Nueva: Economía

Seguiremos la estructura básica de la región tradicionalmente denominada Castilla la Nueva, sensiblemente semejante -como se ha dicho antes- a la entidad administrativa o comunidad autónoma denominada Castilla-La Mancha (en la que se añade la provincia de Albacete y queda aparte la de Madrid), regulada por un Estatuto de Autonomía de fecha 16 ag. 1982 y con capital en Toledo.
Tradicionalmente, si exceptuamos Madrid, la denominada región de C. la N. ha sido dividida en tres importantes zonas interprovinciales: La Mancha, la Sierra y la Alcarria. Madrid y su área metropolitana, con una personalidad propia en el contexto de esta región Centro, dominan todas las relaciones económicas y sociales que componen la trama de este espacio.
La zona geo-económica interprovincial más extensa es La Mancha, que comprende aprox. el 38% del total de la región. La base económica de esta zona es la agricultura; se caracteriza por un sistema de monocultivo no intensivo y por una ganadería relativamente escasa. El minifundismo, prevalente en parte de la comarca, repercute desfavorablemente en la economía cerealista de secano, combinada en muchos tramos con viñedos, aunque en áreas determinadas de La Mancha parece haber considerable caudal de aguas subálveas susceptibles de aprovechamiento para regadíos. La Sierra es una franja montañosa que se extiende en parte, dentro de las cinco provincias. Esta zona no es tan uniforme, desde el punto de vista geo-económico, como la de La Mancha. Un factor importante de su economía es la riqueza forestal. La Alcarria incluye parte de Guadalajara y Cuenca. Es una comarca suavemente accidentada con montes bajos y valles poco profundos. Los principales productos agrícolas son el trigo, la viña y el olivar. La base de la ganadería es la cría de ovejas.
El conjunto de las provincias de C. la N., excluyendo la de Madrid, se caracteriza por una densidad de población bastante más baja que el promedio de toda España, una fuerte emigración, pequeños poblados rurales con menos de 2.000 hab. y una renta ¡per capita inferior a la del resto de España. La emigración de esta zona se ha debido, principalmente, al carácter relativamente marginal de la economía agrícola y al paro estacional en la agricultura, junto con las limitadas posibilidades de empleo en el comercio y en la industria. El porcentaje de población que estas provincias representaban respecto a la de España en 1960 era el 5,27%; en 1970 bajó al 4,10%, y en 1980 al 3,47. Sin embargo, en 1990, ya dentro de la nueva Comunidad Autónoma de C.-La Mancha, la población de estas cuatro provincias recuperó posiciones absolutas (36.000 hab. con respecto a 1980) y relativas (su población significaba el 3,52% respecto al total nacional). La cercanía de Toledo y Guadalajara a Madrid y su área metropolitana y una inteligente política por aquellas provincias de ofrecer suelo urbano e industrial a precios sensiblemente más bajos que Madrid, ha propiciado un desarrollo demográfico y económico.
La distribución de la población activa por sectores pone de relieve hasta qué punto dependía esta región, con excepción de Madrid, de su agricultura. Por ejemplo, en 1970 casi la mitad de la población activa de Toledo, Ciudad Real, Cuenca y Guadalajara se dedicaba a la agricultura o a la ganadería.
El sector minero de la economía regional experimentó un claro declive. Salvo la producción de mercurio en Almadén, las explotaciones carboníferas, de pizarra bituminosa y de plomo se han visto afectadas por importantes retrocesos en sus respectivos mercados. Algunas de estas explotaciones se encuentran en fase de cierre; otras han cerrado. El predominio mantenido por Ciudad Real sobre las restantes provincias (excluyendo como siempre a Madrid), en cuanto al valor neto añadido por la industria, fue debido principalmente a las explotaciones mineras de Puertollano y Almadén y a la producción química de Puertollano. En líneas generales, el resto de la industria se ha caracterizado por la existencia de pequeñas empresas muy diseminadas, con menos de 20 obreros. El nivel de mecanización ha sido siempre muy bajo, y la maquinaria anticuada y de escaso rendimiento. La razón más importante por la que los industriales se han establecido en esta región es la disponibilidad de materias primas, limitándose, casi siempre, a una transformación de las mismas en productos semiacabados o de acabado simple.
En Toledo, Ciudad Real y Guadalajara se crearon en los años sesenta polígonos industriales ligados a la descongestión de Madrid, aunque los instalados en Manzanares y Alcázar de San Juan tienen un carácter menos acusado de descongestión y tratan de fijar, en las zonas de origen, a los movimientos migratorios que de otra forma irían, en una gran parte, a nutrir un posterior aumento demográfico de la capital madrileña. Pero hasta las últimas décadas del s. XX no se había producido una auténtica industrialización real de algunos de estos polígonos, que se han constituido en los primeros puntos de apoyo de una línea de defensa del crecimiento industrial de Madrid que va desde Guadalajara a Alcalá de Henares, Aranjuez, Toledo y Talavera de la Reina. La perspectiva de los otros polígonos no es muy clara a corto plazo.
Las arterias viales más importantes del país entre el Norte y el Sur se extienden a través de esta región. Por ello la red de transportes puede calificarse de satisfactoria.
El equipamiento en centros de enseñanza y sanidad es muy desigual, según se trate de zonas urbanas o de comunidades rurales. En estas últimas se hace indispensable una reestructuración municipal que permita un mínimo umbral de rentabilidad en el uso de estos servicios.
Originariamente, Madrid no destacó como el núcleo urbano principal de la región central española. Sin embargo, factores tales como la escasez de recursos naturales de dicha región, la transformación del empleo agrícola en industrial y de servicios, y la política de fomento de desarrollo urbano de Madrid, por ser la sede del Gobierno y la capital de la nación, llevaron a que en el s. XX se produjese, al mismo tiempo, un gran despoblamiento del territorio de la región central y una notable concentración demográfica muy localizada en Madrid municipio, primero, y luego también en su área metropolitana, que en 1992 casi alcanzaba los 5 millones de hab., lo que contrasta con la escasísima densidad demográfica de las provincias que rodean a Madrid.
Una característica geográfica que da a Madrid una fisonomía especial es el haber sido constituido como un cruce de caminos interregionales. La red viaria de comunicaciones nacionales fue estructurada como un sistema radial de carreteras y ferrocarriles que, partiendo del centro geográfico del territorio español, se dirigen a los principales núcleos urbanos del país, situados en la periferia o inmediatos a ella.
Madrid ha sido hasta los años cincuenta una ciudad desarrollada en forma compacta, que mostraba una dicotomía muy acusada entre el área urbanizada y las áreas rurales de su hinierland. Es aproximadamente a partir de la segunda mitad del s. XX cuando los pequeños núcleos urbanos existentes en la periferia, apoyados en la red radial de comunicaciones, comienzan a desarrollarse y son absorbidos por el crecimiento urbano que a lo largo de dichas vías avanzan desde Madrid.
Los municipios que componen el área metropolitana (Madrid, Alcobendas, Alcorcón, Boadilla del Monte, Brunete, Colmenar Viejo, Coslada, Getafe, Leganés, Las Rozas, Majadalionda, Mejorada del Campo, Paracuellos del Jarama, Pinto, Pozuelo de Alarcón, Rivas-Vaciamadrid, San Fernando de Henares, San Sebastián de los Reyes, Torrejón de Ardoz, Velilla de San Antonio, Villanueva de la Cañada, Villanueva del Pardillo y Villaviciosa de Odón) tenían en 1900 una población de 600.000 habitantes; en 1940 se alcanzó la cifra de 1.300.000; en 1970, 3.400.000; y en 1990, 4.800.000.[rbts name=»economia»]

Recursos

Notas y Referencias

  1. Basado parcialmente en el concepto y descripción sobre economía de castilla en la Enciclopedia Rialp (f. autorizada), Editorial Rialp, 1991, Madrid

Véase También

Bibliografía

COMISARÍA DEI- PIAN DE DESARROLLO, Pone77l’la (te Destnrollo Regional: 11 Plan, Madrid 1968; MINISTERIO DE. LA VIVIENDA, Memoria .sobre la situación urhaníslica del Arca Metropolitana de Madrid, Madrid 1970; I,,s’r. NAC. DE ESTADÍS’1ICA, Estudio de la Estructura Económica de las Explntuciones Agrarias de La Martclra, Madrid 1970; V. SIMANCAS y V. ELIZAI.oe, El Mito del Gran Madrid, Madrid 1970; A. Lóver, A. PRIETO (y otros), Castilla /a Nuera, 2. vols., Madrid 1982-83; VARIos, Los montes de Castilla-La Mancha. Madrid 1991.

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