Nación

Nación en España en España

Aquí se ofrecen, respecto al derecho español, referencias cruzadas, comentarios y análisis sobre Nación. [aioseo_breadcrumbs] Aquí se ofrecen, respecto al derecho español, referencias cruzadas, comentarios y análisis sobre Nación. [aioseo_breadcrumbs] Aquí se ofrecen, respecto al derecho español, referencias cruzadas, comentarios y análisis sobre Nación. [aioseo_breadcrumbs] Aquí se ofrecen, respecto al derecho español, referencias cruzadas, comentarios y análisis sobre Nación. [aioseo_breadcrumbs] Aquí se ofrecen, respecto al derecho español, referencias cruzadas, comentarios y análisis sobre Nación. [aioseo_breadcrumbs][rtbs name=»derecho-home»] Conjunto de personas que poseen una misma nacionalidad y se transmite de generación en generación.

Para más información sobre Nación puede acudirse a la Enciclopedia jurídica general.

Concepto y Desarrollo Conceptual de Nación

El tratamiento que da el Diccionario Jurídico Elemental de Guillermo Cabanellas de Torres sobre Nación es el siguiente:

En el Derecho Político son muchos los conceptos de difícil determiNación, pero el de Nación es tal vez Uno de los más ambiguos y discutidos. Por eso su definición ofrece dificultades y puede inducir a errores. Se advierte así con sólo tomar en consideración la que da la Academia de la Lengua cuando dice que es:

  • el conjunto de habitantes de un país regido por el mismo gobierno;
  • territorio de ese mismo país;
  • conjunto de personas de un mismo origen étnico, que hablan un mismo idioma y tienen una tradición común.

Pero ya en tales acepciones se encuentran elementos de dudoso contenido, como sucede con el sustantivo país, no solo porque su idea es probablemente más indefinible, sino también porque uno de los significados que le da el Diccionario de la Academia es el de ilación se requiera unidad de gobierno, de territorio, de origen étnico, de lengua y de religión, ya que ninguno de esos elementos es esencial para la realidad política de aquélla, bastando para comprenderlo así detenerse a considerar:

  • Que hay naciones en las que se hablan distintos idiomas, como sucede en España, Bélgica, Inglaterra, Suiza. E, inversamente, un mismo idioma es común a varias naciones, como sucede con el castellano, el francés, el inglés y el portugués. Bastan estos ejemplos para advertir que la identidad de lengua no es elemento determinante de la Nación.
  • Que tampoco puede serlo la raza, en primer término, porque su contenido es todavía más discutido que los de pais y Nación, y en segundo lugar porque, aun tomando la raza en su sentido vulgar, no cabe ninguna duda de que muchas naciones están integradas por grupos de muy diverso origen étnico, incluso blancos y negros, blancos e indios occidentales.
  • Que, dentro de un mismo territorio nacional, se encuentran grupos de distintas religiones, además de que son muchos los Estados que carecen de una religión oficial, por lo cual ésta no constituye un elemento necesario de caracterización ni puede servir para determinar la nacionalidad.
  • Que, si bien el territorio puede representar el elemento que mejor caracterice a la Nación, tampoco lo es de modo absoluto, como lo prueba el hecho de que los judíos han sido a través de numerosos siglos Nación sin territorio, como lo fueron los pueblos nómadas.
  • Que si, confundiendo la idea de Nación con la de Estado (ver la entrada correspondiente en el diccionario legal de esta Enciclopedia), se quisiese hacer la fijación nacional por la unidad de gobierno -o sea, de unas mismas instituciones estatales-, la dificultad sería aun mayor, porque no siempre resultan coincidentes los conceptos de Nación y de Estado.

(En este último caso sirva) de ejemplo el caso del Imperio austro-húngaro que, durante mucho tiempo y hasta su desmembración. estuvo formado por dos naciones; así como también la unión, durante muchos años, de Suecia y Noruega; sin que quepa olvidar el caso de Los Estados sin territorio, representados por los gobiernos en destierro, mientras su s territorios están ocupados por Estados extranjeros. Los tratadistas de Derecho Político han definido de diversas maneras la Nación. Para Posada es una amplia comunidad espacial-territorial o mantenida como tal merced a la integrada unidad de vida. Para Renán es una gran solidaridad, constituida por el sentimiento de los sacrificios realizados y los que se realizarán en caso necesario, lo que presupone un pasado y se resume en el presente por un hecho tangible: el consentimiento, el deseo claramente manifestado de continuar la vida en común. Para Gumplowiez es como un desarrollo histórico, uno obra de cultura, el conjunto de propiedades comunes que se han impreso a un pueblo, a una pluralidad de tribus, en el curso de la historia y del desarrollo de un Estado.

Para Girod es el conjunto de hombres que, participando por el nacimiento y la educación del mismo carácter y del mismo temperamento, teniendo un mismo conjunto de ideas y de sentimientos, practicando las mismas costumbres y viviendo bajo las mismas leyes e instituciones, mantienen la voluntad de permanecer unidos en la integridad del suelo, de las instituciones, de las costumbres, de las ideas, de los sentimientos, y en el mismo culto de un pasado. Finalmente, para Sánchez Viamonte, refiriéndose a los grandes grupos sociales, la palabra Nación puede ser empleada cuando esos grupos ofrecen continuidad histórica, habiendo existido como un todo orgánico fácilmente distinguible de los demás, cuando poseen modalidades que les son inherentes, y si a través del tiempo se pueden seguir las vicisitudes de su existencia, no obstante que tales grupos sociales tengan diversas razas, idiomas y religiones, bastando con que se hallan unidos por el pasado, solidarizados en el presente y proyectados al futuro en una acción común.

Evolución semántica en España

La etimología de “nación” remite a la voz latina natio, que designaba el grupo humano caracterizado por su comunidad de origen y por tener unas dimensiones superiores a la familia, aunque sin llegar a la generalidad de un pueblo; esta denominación se aplicaba, generalmente, a grupos de extranjeros, significado que pasó al castellano común (así lo recogen los diccionarios de la Real Academia Española desde el s. XVIII) y que aún se conserva en algunos países de Hispanoamérica. Para un examen del contexto histórico de nación, véase aquí.

De 1808 a 1898

A pesar del contenido conservador de la llamada Constitución de Bayona (1808), el término “nación” ocupó en ella un lugar importante, siempre en un sentido político. La invasión francesa, sin embargo, desató una reacción popular que demostró hasta qué punto se hallaba extendido el sentimiento patriótico de adhesión a la nación española. En la primera Constitución elaborada por las Cortes de Cádiz aparece como concepto esencial el de nación, en su sentido político; todo el s. XIX estará marcado por la hegemonía de esta concepción política de España como nación, que no fue seriamente puesta en duda hasta la última década de la centuria. Para un examen del contexto histórico de nación en el período 1808-1898, véase aquí.

El siglo XX

La tradición liberal no abandonó nunca la idea originaria de la nación como comunidad política. Pero, a finales del s. XIX, el régimen de la Restauración entró en crisis, y con él la conciencia nacional de los españoles. Las reacciones fueron en dos sentidos: auge del nacionalismo antiespañolista en algunas regiones de la periferia –Cataluña y el País Vasco fundamentalmente– y otro, paralelo, del nacionalismo españolista. Para un examen del contexto histórico de nación en el siglo XX, véase aquí.

La década de 1930 y el franquismo

La experiencia de la II República (1931-1939) y la Guerra Civil (1936-1939) alteró para siempre la concepción nacional de España. El franquismo persiguió a los nacionalismos regionales, que tendieron a radicalizar sus posturas en la clandestinidad y en el exilio. Para un examen del contexto histórico de nación durante el franquisimo, véase aquí.

La democracia

La muerte del general Franco en 1975 y la posterior transición a la democracia revelaron la vitalidad de los nacionalismos periféricos, que volvieron a hacerse presentes en la vida pública, reivindicando el reconocimiento de las especificidades postuladas como nacionales. Para un examen del contexto histórico de nación en la democracia, véase aquí.

Recursos

Véase También

Bibliografía

Guía sobre Nación

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