Reinos

Reinos en España en España en España en España

Aquí se ofrecen, respecto al derecho español, referencias cruzadas, comentarios y análisis sobre Reinos. [aioseo_breadcrumbs][rtbs name=»derecho-home»] Nota: puede ser de utilidad la información sobre los Reinos Cristianos en España.

Contexto histórico de los Reinos: el ascenso de Castilla y Aragón

Nota: Véase información, asimismo, sobre la evolución de la legislación y las iniciativas regulatorias que han afectado a Reinos a lo largo de la historia española.

Alfonso VII subvirtió la idea de un imperio leonés, y su implícita aspiración a dominar una península unificada, por la división de su reino entre sus hijos: Sancho III (1157–58) recibió a Castilla y Fernando II (1157–88) recibió a León. . Si bien los cristianos se mantuvieron a la defensiva frente al poder almohade, Alfonso VIII de Castilla (1158–1214) y Alfonso II de Aragón concluyeron un tratado en 1179 que reparte su esperada conquista de la España islámica entre ellos. Castilla conservó el derecho de reconquista a Andalucía y Murcia (Mursīyah), mientras que Aragón reclamó Valencia. Sin embargo, los esfuerzos de Alfonso VIII para dominar a los otros gobernantes cristianos provocaron la contención y la guerra y frustraron cualquier esfuerzo concertado contra los almohades. Así, en 1195, el rey de Castilla sufrió una desastrosa derrota de los almohades en Alarcos (Al-Arak), al sur de Toledo. Los otros monarcas cristianos, reconociendo que los almohades los amenazaron a todos, llegaron a un acuerdo con Castilla. Con la colaboración de Sancho VII de Navarra (1194–1234) y Pedro II de Aragón (1196–1213) y tropas portuguesas y leonesas, en 1212 Alfonso VIII triunfó sobre los almohades de Las Navas de Tolosa (Al-ʿIqābāb). La victoria de las fuerzas cristianas fue significativa, marcando el comienzo del fin del imperio almohade y abriendo Andalucía a los cristianos.

Mientras que los reyes de Aragón tomaron un papel activo en la Reconquista, como condes de Barcelona también tenían relaciones importantes en el sur de Francia, donde varios señores eran sus vasallos. Cuando el Papa Inocencio III proclamó una Cruzada para controlar la propagación de la herejía albigense a lo largo de esa área, Pedro II, aunque no era amigo de los herejes, se dio cuenta de que sus derechos e intereses feudales estaban en peligro por la llegada de los caballeros del norte de Francia. En 1213, Peter fue derrotado y asesinado por el ejército de las cruzadas en Muret después de que acudió en ayuda de su cuñado, el conde de Toulouse. En la generación posterior a su muerte, la ambición y el poder catalanes se redujeron constantemente en el sur de Francia.

Cuando el imperio almohade se derrumbó en el segundo cuarto del siglo XIII, los gobernantes cristianos reconquistaron casi toda España. Santiago I de Aragón (1213–76) utilizó el poder naval catalán en 1229 para conquistar el reino de Mallorca (Mayūrqah), el primer paso significativo en la expansión catalana en el Mediterráneo. La subyugación del reino de Valencia fue más difícil, especialmente cuando James fue desviado temporalmente por la expectativa de adquirir Navarra. Cuando Sancho VII murió sin hijos, la gente de Navarra aceptó a su sobrino, el Conde Theobald de Champagne (1234–53), como su rey. A partir de entonces, el interés francés en Navarra aumentó constantemente. Forzado a renunciar a sus aspiraciones allí, James I reanudó la guerra contra los musulmanes y capturó Valencia en 1238, poniendo a miles de musulmanes bajo su gobierno.

Mientras tanto, Alfonso IX de León (1188–1230) condujo hacia el sur hasta el río Guadiana (Wadi Ānā) y capturó Mérida (Māridah) y Badajoz en 1230, despejando el camino a Sevilla. Cuando murió, su hijo Fernando III, ya rey de Castilla (1217–52) por herencia de su madre, Berenguela, hija de Alfonso VIII, le sucedió como rey de León. A partir de entonces Castilla y León se unieron permanentemente. Con los recursos combinados de los dos reinos, Fernando conquistó Córdoba en 1236, Murcia en 1243, Jaén (Jayyān) en 1246 y Sevilla en 1248. Los musulmanes retuvieron solo el reino de Granada, cuyos gobernantes estaban obligados a pagar un tributo anual a Castilla. Como un reino vasallo, Granada por sí misma no era una amenaza, pero, cuando fue apoyada por los musulmanes de Marruecos, este último puesto de avanzada del poder islámico en España causó una gran dificultad para los cristianos.

Autor: Black

Unificación de los Reinos

El desorden reinaba en la península Ibérica en el último tercio del siglo XV. En Castilla, la muerte de Enrique IV (1454-1474) desencadenó una guerra sucesoria entre su hermana Isabel y la princesa Juana, llamada la Beltraneja. Francia y Portugal apoyaron a Juana, mientras que el poderoso reino de Aragón -que comprendía Aragón, Valencia y Mallorca, Sicilia, Cerdeña y Cataluña- y sus aliados se alinearon con los intereses de Isabel, en virtud del matrimonio que ésta había contraído en 1469 con Fernando, el heredero de la corona aragonesa.
Tampoco había paz en Aragón. Juan II hubo de hacer frente a una rebelión de los catalanes y debió pagar cara la ayuda del rey Luis XI de Francia, a quien cedió los territorios de Cerdaña y Rosellón. Tras la victoria de Isabel de Castilla y el ascenso de Fernando al trono de Aragón tuvo lugar, en 1474, la unión de ambos reinos, que inicialmente mantuvieron sus instituciones. En Castilla, Isabel desempeñaba conjuntamente con Fernando las funciones más importantes del gobierno; en Aragón, a partir de 1479, Fernando ejercía el poder real de hecho, asociando a Isabel en derecho como corregente de la corona.

Una monarquía autoritaria

Isabel inició la creación de un Estado moderno en Castilla. Reorganizó el Consejo Real y afirmó el poder de la monarquía frente a las ciudades con el nombramiento de los corregidores. Aunque reconocidos, sus viejos privilegios y libertades se modificaron progresivamente para favorecer el autoritarismo monárquico. Además, por iniciativa de Isabel, el Papa cedió a los reyes de Castilla la administración de las tres órdenes de caballería más importantes -Santiago, Calatrava y Alcántara-, que tenían sus propios ejércitos y que con frecuencia sólo estaban dispuestas a secundar sus propios intereses. De este modo, los Reyes Católicos -título que les fue otorgado por el Papa Alejandro VI en 1494- controlaron los recursos económicos y militares de estas órdenes, que el Papa Alejandro VI vincularía definitivamente a la corona en tiempos del emperador Carlos V (1523). La jerarquía eclesiástica de Roma se mostró igualmente entusiasmada con la reinstauración en España del Tribunal del Santo Oficio (Inquisición). Mientras la justicia civil quedó organizada con los tribunales reales, las Audiencias y la constitución de un cuerpo policial (Santa Hermandad). Una vez completadas las estructuras políticas y religiosas del nuevo Estado, los Reyes Católicos acometieron la conquista de Granada, el último reducto árabe en la península Ibérica después de casi 8 siglos de dominación musulmana (1492). Tras la rendición del rey moro Boabdil, las armas cristianas prosiguieron su avance por el norte de África. Algunos reinos bereberes reconocieron la soberanía española, y durante la regencia de Fernando se conquistaron enclaves importantes como Orán, Bugía y Trípoli. Sin embargo, las guerras contra Francia por el control de Nápoles y la toma del reino de Navarra (1512), obligaron a un envío de tropas que paralizó la expansión en el Magreb.

El mismo año de la conquista de Granada, el reino de Isabel y Fernando alcanzaba uno de sus mayores hitos: el descubrimiento de América. El entusiasmo que mostró Isabel en esta empresa fue decisivo. La reina hizo caso omiso a las recomendaciones de sus consejeros y puso en manos del marino genovés Cristóbal Colón todos los medios necesarios para que “éste encontrara un paso más directo hacia las Indias”.

La crisis sucesoria

La muerte de Isabel La Católica (1504), dio origen a un serio problema sucesorio en Castilla. La ausencia de un joven varón llevó al trono a la princesa Juana, hija de Isabel, pero la incapacidad mental de ésta, la muerte repentina de su esposo (Felipe el Hermoso), y el retiro voluntario de Fernando a sus estados de Aragón (1506), condujeron a una junta de regencia presidida por el cardenal Francisco Jiménez de Cisneros -antiguo confesor de la reina-, que fue apoyada por círculos afines a la difunta Isabel. Fue el propio cardenal Cisneros quien instó la vuelta al trono de Fernando, que ejerció la regencia entre 1507 hasta su muerte en 1516. Cisneros tomó entonces el relevo y se desempeñó como regente, desplegando una gestión eficaz. La muerte le sorprendió en 1517, cuando iba al encuentro de Carlos, nieto de Fernando El Católico, que había sido coronado rey en Bruselas el año anterior. Se consumaba con ello la unidad de los reinos de España y se abría un nuevo período en la historia de Europa.
La estructura social de la España que heredaba Carlos a principios del siglo XVI era básicamente agraria. El 85% de los habitantes vivía en el campo, aunque la propiedad de la tierra correspondía a la nobleza hereditaria (Grandes), cuyas rentas, amasadas gracias al usufructo de los grandes latifundios, alcanzaban los 100 mil y hasta los 150 mil ducados anuales (entre 35-36 millones de maravedíes). Los ingresos de un albañil o zapatero oscilaban entre los 15 mil y 30 mil maravedíes al año.

La demografía estaba sujeta a fuertes oscilaciones. Eran frecuentes los bruscos descensos de población por las malas cosechas, que causaban terribles hambrunas y venían acompañadas de la peste. A principios del nuevo siglo, entre 1502 y 1508, esos males se abatieron sobre España; según los cronistas, muchos lugares perdieron de golpe hasta el 50% de sus habitantes. El censo de población, en época de los Reyes Católicos, según el recuento de los vecindarios de Castilla, ascendía a 6,5 millones de súbditos, a los que habría que sumar 1,2 millones de la corona de Aragón; esto es, 7,5 millones de habitantes, incluidas Granada y Navarra.
El auge de las ciudades

Pese a la estructura eminentemente rural de la península ibérica, a comienzos del siglo XVI florecieron importantes núcleos urbanos. Abundaban las ciudades castellanas con más de 20.000 habitantes –Salamanca, Toledo, Valladolid-. Algunas, como Toledo, alcanzaban los 60.000 habitantes. Pero Sevilla, en la próspera Andalucía occidental, emergía como la principal ciudad española de aquella época, dado que fue el punto escogido por el Estado para establecer el monopolio comercial con las Indias occidentales. Ninguna ciudad peninsular podía rivalizar con su prosperidad y censo, que ascendía a 100.000 habitantes. A ésta hay que agregar las ciudades de la corona de Aragón como Zaragoza, Barcelona y Valencia.

El fabuloso negocio de la lana

Castilla era la primera potencia lanera de Europa a finales del siglo XV. En 1477, el ganado lanar ascendía a 2.700.000 cabezas, según el cómputo elaborado por la corona para recaudar el impuesto de montazgo o impuesto por el paso de los rebaños. El núcleo de este negocio estaba representado por los dueños de enormes rebaños transhumantes de ovejas merinas, que transitaban las cañadas de la gran meseta castellana. La lana de estos rebaños era muy apreciada en los mercados internacionales. Flamencos e italianos se contaban entre sus principales clientes, con lo que esta materia prima se convirtió en la primera fuente de ingresos de Castilla. Pero ese poderío económico, basado en la exportación, perjudicó a la larga al pañero y a la industria textil castellana. Cuando el imperio colonial generó una demanda creciente de productos manufacturados, la industria nacional no pudo atenderla y se vio desplazada por la extranjera. La Mesta, o concejos de ganaderos, una institución creada en 1273, fue la encargada de organizar las cañadas, regular los tributos y mediar en los pleitos entre los grandes ganaderos.

El “siglo de la plata” de la literatura

Los primeros compases del siglo XVI alumbraron un auge de la literatura española que se anticipó al Siglo de Oro. En poesía irrumpen Jorge Manrique y Garcilaso de la Vega. Es la época que crea la literatura dramática –La Celestina– y las primeras manifestaciones de la novela picaresca, con el Lazarillo de Tormes, de autor anónimo. El género de evasión, representado por la novela de caballería, alcanza su rango definitivo con el Amadís de Gaula, según la refundición de Rodríguez de Montalbo.

Cronología

1469. Fernando, heredero de la corona de Aragón, e Isabel, pretendiente del trono de Castilla, contraen matrimonio.
1474. Unión política de los reinos de Castilla y Aragón.
1492. Los Reyes Católicos conquistan Granada (enero). El 12 de octubre, Cristóbal Colón avista la isla de Guanahaní, en las Bahamas.
1504. Muere Isabel la Católica. La corona pasa a su hija Juana, casada con Felipe el Hermoso, hijo de Maximiliano I de Austria.
1506. Ante la incapacidad mental de Juana, el cardenal Cisneros preside la junta de regencia.
1507-1516. Regencia de Fernando de Aragón. A su muerte, y tras una breve regencia de Cisneros, accede al trono Carlos V.

Fuente: Historia Universal. Los inicios de la Edad Moderna, Editorial Sol 90, Barcelona

Reinos y Provincias en la Legislación Histórica de España

Una aproximación histórico-legislativa sobre Reinos y Provincias en el derecho historico español:

Cortes y Diputaciones

Comprende los siguientes temas: Congreso de los Diputados Cortes

  • Procuradores de Cortes
  • Diputación de Aragón
  • Diputación de Navarra
  • Diputaciones
  • Diputados
  • Generalitat de Valencia
  • Salario Oficiales del Reino
  • Senadores

Cortes y Diputaciones incluye también:

  • Derecho de Voto Cortes
  • Dietas
  • Diputación de Cataluña
  • Diputación de Valencia
  • Diputaciones Provinciales
  • Generalitat de Cataluña
  • Oficiales del Reino
  • Senado

Instituciones de Gobierno

Comprende las siguientes categorías en esta disciplina:

Audiencias y Chancillerías

  • Audiencia de Sevilla
  • Audiencia y Chancillería
  • Audiencia y Chancillería de Valladolid
  • Audiencias de Indias
  • Acuerdo de las Audiencias
  • Consejo de Navarra
  • Escribanos de la Audiencia
  • Regentes de Audiencia
  • Visitas de la Tierra

Instituciones de Gobierno

Comprende las siguientes categorías en esta disciplina:

Audiencias y Chancillerías

  • Audiencia de Aragón
  • Audiencia de Caracas
  • Audiencia de Charcas
  • Audiencia de Filipinas
  • Audiencia de la Española
  • Audiencia de México
  • Audiencia de Provincia
  • Audiencia de Santa fe
  • Audiencia de Santo Domingo

Audiencias y Chancillerías incluye también:

  • Audiencia de Canarias
  • Audiencia de Cataluña
  • Audiencia de Cuzco
  • Audiencia de Galicia
  • Audiencia de Lima
  • Audiencia de Panamá
  • Audiencia de Quito
  • Audiencia de Santiago de Guatemala

Bajo Audiencias y Chancillerías también tienen cabida:

  • Audiencia de Valencia
  • Audiencia y Chancillería de Granada
  • Audiencias
  • Ministros de las Audiencias Indias
  • Ministros de las Audiencias
  • Consell Reyal de Barcelona
  • Presidentes de las Audiencias
  • Visitas

Justicias y Oficiales

  • Adelantados
  • Bayles
  • Cargos Públicos Fianzas
  • Intendentes de Ejército y Provincia
  • Lugartenientes
  • Merinos Mayores
  • Oficiales Reales
  • Provisión de Oficios en Indias
  • Restricciones Oficios Públicos

Bajo Justicias y Oficiales se incluye también:

  • Alcaides
  • Escribanos Reales
  • Intendentes
  • Intendentes de Provincia
  • Merinos
  • Merinos y Adelantados
  • Oficiales Reales de Indias
  • Oficios Públicos

Otros elementos de Justicias y Oficiales

  • Provisión de Oficios
  • Subdelegados
  • Vegueres
  • Protectores de Indios
  • Subdelegados de Fomento
  • Visitadores

Virreyes y Gobernadores

  • Gobernadores
  • Gobernadores de Indias
  • Jefes Políticos
  • Virrey de Nueva España
  • Virreyes
  • Gobernadores Civiles
  • Gobernadores Provinciales
  • Virrey de Navarra
  • Virrey del Perú
  • Virreyes de Indias

Territorios

Comprende los siguientes temas:

  • Administración Territorial
  • Descubrimiento y Población
  • Fueros de Población
  • Gobierno Provincial
  • Merindades

Reinos: Antecedentes Histórico-Legislativos

Está disponible toda la legislación promulgada en España, en su texto original, en la recopilación legislativa histórica de la plataforma sobre leyes españolas.

Territorios en la Legislación Histórica de España

Para una aproximación histórica, y en relación con Reinos y Provincias en la legislación histórica, véase también las entradas publicadas sobre Territorios en esta enciclopedia jurídica española.

Reinos

Recursos

Bibliografía

  • Reinos en el Diccionario de Legislación Histórica, de Salvador Trinxet Llorca
  • Ley hipotecaria, comentada y explicada, concordada con las leyes y códigos extranjeros, comparada con las disposiciones de la legislación española, que han servido de precedente para redactarla… precedida de una introducción histórica y de la exposición de sus motivos y fundamentos; y seguida del reglamento para su ejecución, etc. (y de un Diccionario completo de la nueva legislación, etc.) (1861), de Jose_ María Pantoja y Antonio M. Lloret
  • Reinos en el Manual de Historia del Derecho Español, de Francisco Tomás y Valiente (Editorial Tecnos; 2012)
  • Ensayo histórico crítico sobre la legislación de Navarra, de Jose María de Zuaznavar

Véase También

  • Gobernación
  • Reinos
  • Provincias
  • Territorios

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