0 comentarios en «Rendición de Cuentas»

1. Unai

   Era un 26 de agosto de 1789 y, en Francia, los representantes del pueblo francés manifestaron lo siguiente: ”considerando que la ignorancia,el olvido,o el menosprecio de los derechos del hombre son las únicas causas de las calamidades públicas y de la corrupción de los gobiernos, queremos exponer, en una declaración solemne, los derechos naturales, inalienables y sagrados del hombre”. Árticulos 1………………………….15 la sociedad tiene derecho a pedir cuentas de su gestión a todo agente público. Los entes públicos deben rendir cuentas de su gestión a los órganos fiscalizadores de cuentas, es decir,al tribunal de cuentas. Y,digo, ¿por qué dicho tribunal tiene que estar regido por politicos? PP,PSOE,PNV. ¿no sería más afortunado por economistas independientes?. Haberlos los haylos, y así, serian (más) imparciales a la hora de fiscalizar las gestiones de ayuntamientos, diputaciones etc… y, ademas, para ocupar esos cargos, deben presentarse a unas oposiciones como el resto de los mortales.

   Ahora considerando que las malas gestiones,la avaricia,el abuso de poder, el robo blanco,paraiso fiscal,el derroche incontrolado de los protocolos(cenas hoteles regalos y……)son las únicas causas de las calamidades públicas y de la corrupción de los gobiernos,quiero exponer que Joaquín Sabina en lu canción “Crisis” lo expresa muy claro al decir:”
   crisis….crisis….crisis en el ego, crisis de valores,crisis en la escuela,crisis en los huesos,dan ganas de nada mirando lo que hay,siglo XXI,desesperación,crisis….crisis….crisis en el cielo,suelo,catedral,guerra de intereses crisis…crisis….crisis….todos al talego.

   Navegando por los blogs , hay unas expresiones muy claras, en lo que se refiere a la desaparición del dinero público, por parte de Davíd, Unai y un alumno de Hª de Euskal Herria; es en el blog de Iñaki Anasagasti “control de las cuentas públicas”.

   “En las modernas sociedades democráticas los ciudadanos no se conforman con elegir a sus representantes en las instituciones.Quieren y exigen,ante todo, un control de las cuentas públicas……” Yo les diría la frase de Tutankamón “¿de verdad ………..-?” “ingenuos más que ingenuos”. Frase recogida en el mismo blog mencionado arriba.

   Responder

2. JM

   El debate sobre quién debe elegir a los que acceden a instituciones como el Tribunal Constitucional, el Consejo General del Poder Judicial o los tribunales de cuentas, es apasionante y, desde luego, ni es pacífico ni está aún cerrado.

   Creo que tienes razón al destacar los inconvenientes, como el que sean nombrados por los partidos o por los grupos políticos presentes en los respectivos parlamentos, pero también creo que la alternativa radical, esto es, que sean sólo y exclusivamente profesionales que accedan a los puestos mediante oposición pública, tampoco es la solución perfecta, puesto que, en democracia, los que representan a los ciudadanos están en los parlamentos y una fórmula puramente técnica (oposición para toda la vida, acceso al cargo público en propiedad) podría adolecer de cierto corporativismo, con los efectos negativos subsiguientes. La limitación en la duración del cargo (seis/nueve años), el garantizar por ley la independencia de las personas nombradas para los cargos, así como la existencia dentro de dichos órganos de cuerpos de profesionales (interventores, auditores, letrados, secretarios, etc.) elegidos en oposiciones públicas con cada vez más influencia en los informes y las decisiones, así como el control por parte de la sociedad del trabajo realizado, son aspectos que deben reducir los inconvenientes que sin duda existen y los planteas acertadamente en tu comentario.

   Por último, creo en el papel de los medios de comunicación y las redes sociales, plurales todos ellos y abiertos/as a la crítica de las actuaciones públicas, así como en la formación de las personas, garantía de un mayor conocimiento e independencia de juicio.

   Son aspectos que coadyuvan de manera relevante en la evitación de conductas ilegales o, al menos, detectan e informan a la sociedad, si se producen; son, en todo caso, instrumentos imprescindibles en manos de una sociedad que debe ser cada vez más demócratica, dado que las personas ya no nos conformamos con elegir cada cuatro años a nuestros representantes, sino que éstos deben responder, día a día, de los compromisos adquiridos y rendir cuentas de su gestión pública.

   Responder