Historia de la Iglesia en Zaragoza

Historia de la Iglesia en Zaragoza en España

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Historia de la Iglesia en Zaragoza en Relación a Historia de la Iglesia

En este contexto, a efectos históricos puede ser de interés lo siguiente: [1] 1. Archidiócesis de Zaragoza. La sede Cesaraugustanus toma nombre de la colonia romana Caesaraugusta y se la tiene por apostólica y la más antigua de Hispania ya que (conforme a arraigada tradición) venido Santiago el Mayor (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general) a la Península Ibérica a predicar el Evangelio, se le apareció la Virgen María en carne mortal (véase en la presente referencia sobre España lo siguiente: PILAR, SANTUARIO DE NUESTRA SEÑORA DEL). Es cabeza de la archidiócesis y metropolitana de Barbastro, Huesca, Tarazona y TeruelAlbarracín. Erigida en el s. v, es metropolitana desde 1318. Su patrono es S. Valero, obispo, de familia zaragozana, contemporáneo de las persecuciones de Diocleciano y Maximiano sobre S. Engracia (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general) e innumerables mártires de Zaragoza (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general), desterrado a Valencia con su diácono el mártir S. Vicente (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general); se veneran aún reliquias de su brazo, traídas de Roda de Isábena en el s. xii. La tradición cita a los obispos Atanasio y Teodoro, discípulos de Santiago; la primera cita de la comunidad cristiana de Zaragoza la da S. Cipriano que alude a carta recibida del obispo Félix de Cesaraugusta. Prudencio (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general) da fama a esta Iglesia al cantar a sus mártires S. Engracia (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general) y 18 compañeros, bajo Diocleciano. El prelado Valerio asiste al Concilio de Elvira. Nómina hipotética de prelados, parte de ellos tomados de falsos cronicones, lleva hasta S. Braulio (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general) que levantó la basílica de las S. Masas en el alfoz de la Huerva, fuera de las murallas, en honor de aquellos mártires; se veneran sus restos en S. María la Mayor de Z., donde aparecieron en el s. XII. Merece citarse al obispo escritor Tajón (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general). Los prelados visigodos dieron fama a la sede y unidad al clero, de lo que fue consecuencia la pujante mozarabía de Zaragoza durante el dominio musulmán.
. Tras un paréntesis, s. x, tenemos noticias de varios prelados en contacto con cristianos pirenaicos. La sede reanuda su vida tras el 18 dic. 1118, en que Alfonso I de Aragón, el Batallador, y cruzados francos reconquistan Z., única ciudad importante en el valle medio del Ebro, nudo de comunicaciones naturales; y pronto fue retaguardia tras un avance muy rápido de la Reconquista, camino de la meseta ibérica por los valles del jalón y el Jiloca; esto- produjo como resultado la afirmación de una importante cabecera diocesana que desde su restauración va a mantener íntimas relaciones con Roma. El papa Gelasio II había nombrado prelado antes de la ocupación militar de la plaza a un francés llamado Pedro de Librana. Éste se encontró en la sede con unas modestas comunidades mozárabes, pero sus sucesores ampliaron pronto su cura pastoral: en 1137, Guillermo dirimía con Huesca la jurisdicción sobre las iglesias de S. Gil y de S. Engracia en la misma sede; esta última llegó hasta nuestros días incardinada a Huesca; y Pedro Tarroja (1152-84) logró de Adriano IV la delimitación del territorio, aunque luego se sucedieran reclamaciones con Huesca bajo el obispo Vicente (1240-44) o con Segorbe bajo Arnaldo de Peralta (1248-71). En el s. XIII hubo prelados preocupados de la instrucción de los sacerdotes y de la mejor administración de las rentas eclesiásticas; hubo conflictos con las otras comunidades religiosas de la ciudad, y la judaica martirizó al infante S. Dominguito del Val; y se establecieron nuevas comunidades.
En 1318 Juan XXII erigió en arzobispado a la diócesis de Z., dependiente hasta entonces de la metropolitana de Tarragona. El primer arzobispo fue Pedro López de Luna (1315-44). Z., a la vez capital del reino de Aragón, cobró especial fama como Iglesia: hubo prelados mecenas de las artes, como Lope Fernández de Luna (135282), a quien. se debe la estupenda capilla de S. Miguel en La Seo, y que reunió los concilios zaragozanos y varios sínodos, y prelados celosos de la organización de la diócesis, como García Fernández de Heredia, de quien se conserva el recuerdo de la primera visita diocesana conocida; también fue el prelado que encontró los restos de los mártires zaragozanos compañeros de S. Engracia. Pero, a la vez, la sede crecía en importancia y riquezas artísticas: Dalmao de Mur (1431-56) fue un singular prelado protector de las artes. La archidiócesis alcanzó su momento más destacado en la época de Fernando II de Aragón, el Rey Católico, con tres prelados de la casa real: Juan (1458-75), hijo natural de Juan 11, piadoso y discreto prelado; Alonso (1478-1520), hijo natural de Fernando II, administrador perpetuo desde los siete años y ordenado sacerdote en 1501 tras tener dos hijos con Ana de Gurrea, que le sucedieron en la sede: Juan (1520-30), a quien debe La Seo el fomento de la capilla ,de música, y Fernando (1539-75), promotor de la Lonja de Z., la magnífica capilla de S. Bernardo de La Seo y del convento de Aula Dei. En la época moderna son fechas cruciales: la secularización del cabildo de La Seo por Clemente VIII durante la prelacía de Tomás de Borja (1603-10); el milagro de Calanda, por intercesión de la Virgen del Pilar, bajo Pedro de Apaolaza (1635-43), gran favorecedor de los estudios universitarios, y, sobre todo, el larguísimo pleito entre las dos catedrales de la sede, terminado en 1675 por la bula de Clemente X que unía a ambos cabildos.
En el s. xviii la diócesis se preocupó de la beneficencia y la enseñanza popular y algún prelado participó activamente en pacificar revueltas populares, frecuentes en Zaragoza. También apuntó la decadencia social y política de Aragón, culminado en la guerra de Independencia: un heroísmo a ultranza deshizo una de las mejores ciudades de España, aunque despertó una fervorosa corriente mariana, de devoción a la Virgen del Pilar, que en tiempos modernos se ha vinculado con la Hispanidad, dándole trascendencia ecuménica. Otros aspectos interesantes de la diócesis se relacionan con la liturgia: su calendario tiene fiestas peculiares como S. Vicente mártir (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general), S. Valero, S. Engracia (Y.), S. Braulio (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general) y mártires zaragozanos (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general), dedicación de la sede en 12 de octubre, que es la máxima fiesta diocesana. Hay también dilatada historia conciliar desde 380 en plena disputa priscilianista (véase en la presente referencia sobre España lo siguiente: PRISCILIANO); quedan actas inéditas conciliares. Tiene la diócesis, pese a tantas guerras, meritorias obras de arte: románicas, como el ábside de La Seo y el Salvador de Ejea; mudéjares, como S. Pablo, la Magdalena, S. Miguel y S. Gil, la iglesia de Tauste, las torres de Villamayor y Utebo; cistercienses, la colegiata de Caspe y é1 monasterio de Rueda de Ebro; góticas, la catedral de La Seo, colegiata de Daroca y abundantes pinturas; renacentistas, S. Engracia de Z., varios retablos de Z., los de Tauste, Lanaja y Daroca; barrocas, varias iglesias de Z., la de Cariñena y cartuja de Aula Dei; neoclásica, iglesia de Torrero en Zaragoza. Abunda la orfebrería religiosa en Z., Caspe, El Burgo, Cariñena, La Almunia, Daroca; artes textiles (museos catedralicios, S. Pablo, S. Carlos y Daroca) y tapicería (en la capital).
El cabildo zaragozano en sus orígenes parece premostratense (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general) y desde 1122 figuran cargos capitulares; desde 1160 viven bajo regla hasta la secularización. Desde 1675 los dos cabildos de la Sede forman uno con residencia alternada anual de los cabildos y semestral del deán en ambas catedrales. En 1922, Pío XI concedió uso de mitra a los canónigos dignidades el 12 de octubre si en la ceremonia oficia de pontifical el Ordinario. Cuenta la diócesis con brillante historia de congregaciones religiosas iniciada por el Cister en el s. xiii. Su territorio pertenece a las provincias civiles de Zaragoza y Teruel (13.309 Km2) y en 1973 tenía 800.000 hab. en su mayoría católicos, 283 parroquias, 392 sacerdotes seculares y 352 regulares, 629 religiosos y 2.052 religiosas.
2. Diócesis de Tarazona. La diócesis española Tirasonensis, sufragánea de Z., tiene por patrono a S. Prudencio (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general) obispo. Toda la diócesis está enclavada en la provincia civil de Zaragoza y tiene, en 1973, 4.515 Km2, con 110.584 hab., todos católicos; 147 parroquias, 167 sacerdotes seculares y 8 regulares, 13 religiosos y 400 religiosas.
La diócesis existía ya en el s, iv; tras la Reconquista de la ciudad, en 1119, por Alfonso I, se restauró la diócesis con Miguel, prelado francés; la rápida ocupación del Jalón y la victoria de Cutanda incorporaron muchas tierras y suscitaron conflictos de jurisdicción con obispados vecinos. Soria se separó en 1136 para unirse a Osma. Zaragoza reclamó Calatayud y Daroca, recuperando esta última; en 1148 el prelado de Tarazona lo era también de Tudela y Calatayud, y también de Agreda y Alfaro, lo cual trajo implicaciones políticas con Navarra y Castilla. En 1783 Tudela fue erigida en diócesis, que suprimió el Concordato de 1851, encargando al obispo de Tarazona la administración apostólica. Hoy día ha pasado a la diócesis de Pamplona.
El principal monumento es la catedral de la sede, iniciada hacia 1235 y terminada en el s. xvi, con una artística torre del reloj, cimborrio y claustro del s. xvi y estupendo archivo con rica biblioteca medieval. Otro monumento es Veruela, fundado por Ramiro II para monjes de Scala Dei de Gascuña en el s. xii; su templo se consagró en el s. XIII y tiene claustro superior del XVI y bonita sacristía del xvii. En Calatayud, la colegiata de S. María, consagrada en 1249, era mudéjar y se enfundó en barroco; es notable también S. Pedro de Francos, mudéjar del s. mi con puerta gótica. Además son meritorias las iglesias de Cervera de la Cañada, gótico-mudéjar; de Maluenda, también del mismo estilo; de Morata de Jiloca, y las iglesias de Ríela y la de Tobed, comenzada ésta en el s. xiv y a la vez fortaleza, como también lo es la de Torralba de Ribota.[[Historia de la Iglesia]]

Recursos

Notas y Referencias

  1. Basado parcialmente en el concepto y descripción sobre historia de la iglesia en zaragoza en la Enciclopedia Rialp (f. autorizada), Editorial Rialp, 1991, Madrid

Véase También

Bibliografía

1. M. SANZ ARTIBUCILLA, Historia de la fidelisíma y vencedora ciudad de Tarazona, Madrid 1929; Ann. Pont. 1973. Flórez 30-31; L. DE ZARAGOZA, Teatro histórico, 4 vol., Pamplona 1780-85; F. FERNÁNDEZ SERRANO, obispos auxiliares de Zaragoza en tiempos de los arzobispos de la Casa Real de Aragón, Zaragoza 1969; 1. FERNÁNDEZ ALONSO, Saragoaza, en Bibl. Sanct., 11,649-658; Ann. Pont. 1973.

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