Circulación de Moneda

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La moneda catalana

Moneda propia de aquellas tierras sobre las que los catalanes ejercieron su dominio.

El sistema monetario catalán fue inicialmente monometálico (dinero de plata, después dinero de plata atado con cobre) y más adelante bimetálico (croata de plata, florín de oro). La contabilidad se hizo siempre en dinero y sus múltiples, el sueldo (doce dineros) y la libra (240 dineros o 20 sueldos). Los valores sueldo y libra raramente coincidieron con una moneda real y efectiva. A pesar de la diversidad de las estampas que refleja el mosaico de reinos de la corona catalano-aragonesa, los soberanos se esforzaron en unificar los valores a fin de tener un sistema monetario coherente y unas monedas intercambiables. Bajo Jaime III de Mallorca y después bajo Pedro III, se empezó a batir el florín de oro, primera moneda de estampa común y de curso general para todos los países de la Corona.

Las primeras monedas

Las primeras monedas batidas en tierra catalana fueron pequeños divisores de la dracmade plata acuñados en Empúries (s. IV aC). Poco después (s. III aC) fueron batidas las bellas dracmas de plata tanto en Roses (Rhode) como Empúries (Emporion). También en Sagunto (Arse), Játiva (Saitabi) y Ibiza (Ebusus) fue batida moneda de plata, y en Ibiza, además, moneda de bronce. A este primer ciclo greco-púnico siguió otro ciclo ibérico en el que, a pesar de mantenerse la inspiración artística griega, la metrología de las monedas se fue adaptando al sistema romano, mientras que las leyendas eran grabadas en alfabeto ibérico (s. III-I aC).

El dominio romano fue imponiendo sucesivamente la reducción de los talleres monetarios, el alfabeto latino (s. I aC a I dC), las efigies imperiales y, finalmente, la centralización de las emisiones en Roma. Las últimas emisiones romanas en tierras catalanas correspondieron a la época de Claudio (41-54 dC). El 409 dC, durante la revuelta de Máximo Tira, que se proclama emperador en Barcelona, renacen efímeramente les monedas de plata y de bronce (silicua y bronce de dos pesos) fabricadas en el taller de Barcelona.

Las emisiones se reanudaron con los visigodos, que batieron moneda («Trient de oro») en los talleres de Roses, Girona, Barcelona, Tarragona, Tortosa, Sagunto y Valencia. La invasión Alarba también dejó testimonios numismáticos con monedas de Lleida, Tortosa, Mallorca, Menorca, Dénia, Alpuente, Valencia y Xàtiva.

Dinero de plata carolingios

Integrada la Cataluña Vieja dentro de la organización del reino franco tras las intervenciones de Carlomagno (Girona 785; Barcelona 801), sus reyes hicieron batimentos monetarios. Carlomagno mismo acuñó dinero de plata en Roses, Empúries, Girona y Barcelona. Luis el Piadoso lo hizo en Roses, Empúries y Barcelona, mientras que, del reinado de Carlos el Calvo, se sólo conoce «óbolos» (medios dineros) de plata barceloneses. Este último soberano ya hizo cesión del tercio de la moneda al obispo de Barcelona y, después, Carlos el Simple dio la tonalidad de la moneda de Vic a los condes barceloneses. Unas emisiones barceloneses a nombre de reyes carolingios (Carles y Lluís), pero de tipología extraña al mundo carolingio, indican el inicio de la apropiación del derecho de moneda por los condes catalanes.

Dinero condales y episcopales

El precedente carolingio ayuda a explicar que, cerca de un siglo antes que los otros reinos peninsulares, en los condales catalanes se empiece a batir moneda. A lo largo del siglo X los condes se atribuyeron el derecho de moneda. El de Barcelona obtuvo la de su condado en feudo del obispo y, actuando como soberano, cedió los tercios del beneficio de las de los condados de Vic y Girona a los obispos respectivos. Es el inicio de los «amonedaments» condales (moneda condal) en Barcelona, ​​Besalú y Cerdaña y de las episcopales (moneda episcopal) Girona y Vic.

En el siglo XI iniciaron la batida de moneda los condes de Empúries y Rosselló y también los vizcondes de Cardona (vizcondado de Cardona). En el siglo XII los condes de Urgell emprendieron acuñaciones mientras que, paralelamente, el condado de Barcelona, ​​ejerciendo de centro aglutinador, fue adquiriendo condados catalanes y extinguiendo sus monedas privativas, a la vez que extendía el curso del dinero de Barcelona. Empúries emitió moneda hasta el siglo XIV y Urgell (en manos de una rama menor de los condes barceloneses), hasta el siglo XV. En este último siglo el conde del Pallars hizo una emisión aislada. Y aunque, en pleno siglo XVI los señores de Cardona, amparados en antiguos derechos, todavía batieron moneda local en Arbeca o Bellpuig.

El circulante áureo andalusí

El circulante de los condados catalanes se nutrió del dinero y óbolos propios y también, sobre todo desde finales del siglo X hasta finales del XII, de la moneda de oro andalusí. En Barcelona, ​​en el siglo XI, el oro andalusí llegó a cubrir el 90% de los pagos documentados. Este oro entraba todo con los impuestos o parias cobrados a los taifas y con las soldadas de los mercenarios catalanes que actuaron en tierra andalusí. Este flujo áureo no sólo enriqueció a los condes (adquisición de los condados de Carcasona y de Rasès y de numerosos castillos por parte de Ramón Berenguer I), sino que también incidió en la economía del pueblo bajo, tal como lo demuestran los pequeños pagos hechos con esta moneda, de los que hay constancia.

El oro emitido por los condes barceloneses en el siglo XI fue de imitación arábiga, como lo fue también el que emitieran los reyes castellanos en el siglo siguiente (morabatins alfonsinos). Probablemente, en ambos casos se procuró abarcar el circulante para suplir las limitaciones de los talleres monetarios andalusíes.

Restablecidas las emisiones andalusíes, las imitaciones arábigas cristianas cesaban de nuevo. El circulante áureo disminuyó a lo largo del siglo XIII y fue progresivamente sustituido por las emisiones en masa de vellón catalán («terno» de Jaime I) y después por el croata de plata (1285), de modo que se volvió, de hecho, a un monometalismo de la plata que no fue roto hasta las emisiones de los florines catalanes de oro.

Circulación de Moneda: Antecedentes Histórico-Legislativos

Está disponible toda la legislación promulgada en España, en su texto original, en la recopilación legislativa histórica de la plataforma sobre leyes españolas.

Moneda en la Legislación Histórica de España

Para una aproximación histórica, y en relación con Hacienda en la legislación histórica, véase también las entradas publicadas sobre Moneda en esta enciclopedia jurídica española.

Contexto histórico de Circulación de Moneda

Véase información, asimismo, sobre la evolución de la legislación y las iniciativas regulatorias que han afectado a Circulación de Moneda a lo largo de la historia española.
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Recursos

Bibliografía

Véase También

  • Hacienda
  • Moneda

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